La comisión de Recursos Naturales, Conservación del Ambiente y Cuidado Animal del Parlamento Misionero estudió y emitió dictamen unificado en relación a una serie de proyectos presentados por los legisladores Marta Ferreira y Dilma Salas de Coombes -ambas con mandato cumplido-; Martín Sereno y Carlos Rovira.
De aprobarse la iniciativa se establecerá un marco regulatorio para la investigación, desarrollo, producción, procesamiento, registro, comercialización y utilización de productos biológicos naturales, conocidos como bioinsumos.
En la norma propuesta se entiende por bioinsumos a todo producto biológico que consista o haya sido producido por microorganismos o macroorganismos, extractos o compuestos bioactivos derivados de ellos y que estén destinados a ser aplicados como insumos en la producción agropecuaria, agroalimentaria, agroindustrial, agroenergética e incluso en el saneamiento ambiental agropecuario.
Los objetivos enumerados son: generar líneas de trabajo colaborativas a los efectos de promover el desarrollo de insumos biológicos; optimizar los procesos de elaboración de los productos utilizando métodos de purificación totalmente orgánicos; y promover planes de acción para el adecuado manejo del riego agropecuario y la eficiencia del uso del agua.
Además diseñar y ejecutar acciones tendientes al crecimiento y desarrollo sustentable de los cultivos en la provincia; incentivar al desarrollo de nuevos procesos tecnológicos para la producción de bioinsumos a los fines de impulsar su utilización como herramienta primordial en el territorio; enfatizar el empleo de técnicas relacionadas con el reciclaje de materiales orgánicos para mejorar la fertilidad del suelo, el control biológico de plagas y enfermedades y utilizar semillas provenientes de sistemas de producción orgánica; y difundir los beneficios y la importancia de la utilización de bioinsumos.
En las disposiciones generales estipula la creación del Registro Provincial de Productores de Bioinsumos, con la finalidad de conformar una base de datos actualizada de todas aquellas personas humanas o jurídicas, que tengan por objeto principal la investigación, desarrollo, elaboración, producción, exhibición y comercialización de productos biológicos y sus derivados.
Por último prohíbe la utilización del glifosato, sus componentes y afines en toda la provincia, restricción que entraría en vigencia dos años después de su publicación oficial.
En ese tiempo se favorecerá el cambio cultural para la transición progresiva de los sistemas productivos hacia modelos respetuosos del ambiente.
El incumplimiento de la ley tendrá por sanciones las establecidas en el capítulo X de la Ley XVI – N.° 144, de Productos Fitosanitarios y Domisanitarios de Saneamiento Ambiental, las contempladas en la Ley XVI – N.º 35 (Antes Ley 3079).
El presidente de la Comisión, Rafael Pereyra Pigerl se refirió a la “importancia e impacto del proyecto para poner en valor los bioinsumos como sustitutivos de los agrotóxicos que dañan la salud de los colonos y degradan la tierra y el agua”.
Junto con “la necesidad de empezar la sustitución progresiva, hasta la prohibición absoluta en dos años desde la promulgación” lo primordial es favorecer “que emprendedores amigables con el medio ambiente, la salud y gestionadores de recursos naturales puedan trabajar adecuadamente”, aseguró.