Argentina, defensora del título, aplastó a Estados Unidos en su debut en Lituania, ganó, gustó, goleó y logró dos récords.
La Selección de futsal, campeona del mundo en 2016 en Colombia, aplastó 11-0 a Estados Unidos en su estreno en la defensa del título en Lituania y selló un partido histórico. Porque ganó, gustó, goleó y logró dos récords: esta fue la máxima goleada de Argentina en un Mundial y Cristian Borruto, se convirtió en el máximo artillero de la Selección en Copas del Mundo.
La mayor goleada era un 8-1 a Cuba en la Copa disputada en Guatemala en 2004. Augusto Mónaco se despachó con un hat-trick, Leandro Planas y Carlos «Gallego» Sánchez con un doblete y Mariano Tallaferro hizo el gol restante en aquel partido. Y justamente Borruto igualó a Sánchez. Ahora, la Albiceleste mostró un rendimiento impresionante y dejó un mensaje con su juego y mentalidad: «Acá está el campeón». Fue un debut arrollador con puro toqueteo, movilidad, amagues con y sin pelota y fantasía. Con una alta presión que le permitió dominar el balón y así también el trámite del partido. El entrenador Matías Lucuix le dio rodajes a casi todos con el resultado abultado y los cambios de nombres no se notaron. Argentina metió 11 goles por una contundencia impresionante y pudo haber hecho alguno más. Un estreno que ilusiona y que invita a que más argentinos sigan a la Selección y a este deporte.