Los industriales yerbateros volvieron a manifestar a la Nación su «profunda preocupación por la crítica situación que atraviesan las empresas del sector en la pandemia de COVID-19, ante la fragilidad y vulnerabilidad en el contexto de la política de Precios Máximos que impide una recomposición que permita sostener la actividad”.
Ante estas limitaciones y exponiendo las particulares de esta economía regional, la molinería solicitó un incremento del 11%, argumentando que el laudo de la materia prima se estableció en derredor el 22 % y que los aumentos autorizados en el mencionado listado de referencia en el período marzo-octubre 2020 solo alcanzaron el 10.5 % (en agosto 4,5% y en octubre 6,0%).
En relación a los incrementos, desde la Cámara de Molineros de Yerba Mate de la Zona Productora indicaron que «hay que considerar que se retrotrajeron los precios a marzo cuando todavía no se había logrado ajustar lo necesario por la fijación de precios lnym -Instituto Nacional de la Yerba Mate-, en octubre de 2020, por lo que en realidad el incremento ha sido uno solo e imposible de sobrevivir con el mismo”, a través de una nota enviada al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y a la secretaria de Comercio Interior, Paula Español.
Aseguran que se reducirá la oferta
“Hoy, luego de transcurridos ya ocho meses, nos encontramos ante una situación prácticamente sin salida, con alzas de costos permanentes como salarios, logística, insumos básicos, entre otros”, afirma el texto dirigido a los funcionarios nacionales, en el que se agrega que “la molinería debe afrontar el acopio de la materia prima con precios sostenidos, firmes y en aumento, debido a que la variable climática de una sequía que ya lleva más de dos años, reducirá aún más la oferta futura de materia prima, poniendo mayor presión a estos precios”, motivo por el cual la industria le solicita al directorio del Inym que fundamente y gestione ante las autoridades el aumento requerido.
En la misiva, expresaron que «si bien se acompañó desde el inicio el objetivo de los Precios Máximos respondiendo al esfuerzo compartido solicitado por la Nación y entendiendo que se trataba de algo excepcional, ante la extensión de su vigencia hasta el 31 de enero de 2021, el sector de la molinería requiere la imperiosa readecuación de precios debido a la presión extrema adicional sobre la industria, que ya no puede continuar operando a pérdida y financiando la misma con endeudamientos desorbitantes y difíciles de solucionar a futuro”.
La presentación también fue remitida a autoridades provinciales a los fines de obtener su acompañamiento en las gestiones.