La conclusión principal que arrojaron los comicios del pasado 7 de mayo es la ratificación del voto de confianza de la gran mayoría de los misioneros al modelo renovador. En las figuras de Hugo Passalacqua y Lucas Romero Spinelli se canalizó un apoyo mayoritario por parte de la sociedad misionera, con casi 40 puntos de diferencia sobre la oferta cambiemita, que llevaba a una ignota dirigente que prácticamente no hizo campaña como candidata a vice y al diputado nacional Martín Arjol como candidato a gobernador.
Lo mismo se podría decir acerca de lo sucedido en el ámbito municipal, donde el oficialismo se impuso en casi la totalidad de los municipios misioneros. Un aspecto escrutado previamente por diversos analistas locales señalaba la importancia de la profundidad de la oferta electoral renovadora, ese atributo fue construido desde el mismo Frente, tomando en cuenta las particularidades de cada caso de la diversa sociedad misionera.
El vecino tuvo a su alcance distintos sublemas renovadores que atendían a diferentes temáticas de su municipio contra un solo solo sublema opositor que habitualmente se presentaba únicamente como “anti” sin propuesta alguna. Por lo tanto, el fenómeno ocurrido en algunos lugares de la provincia es absolutamente lógico y hasta saludable para la recomendable oxigenación de la democracia: los intendentes que no reeligieron fueron reemplazados por otros candidatos que forman parte del Frente de la Concordia, no por representantes de la oposición.
Como era de esperarse, aparecieron algunos titulares y publicaciones en redes sociales señalando “el fin del gobierno de…”, pero, como ocurre habitualmente en esta era de fake news, sin indicar que el reemplazo provino de la misma fuerza oficialista. Argumento muy sencillo de desmontar presentado solo algunos ejemplos de lo sucedido en los 78 municipios de Misiones.
En el caso de Puerto Esperanza, por ejemplo, no consiguió la reelección el actual alcalde Alfredo Gruber, pero cayó a manos de un competidor interno: Horacio Zarza. Es más, el podio de los más votados se compone de los mencionados Zarza y Gruber, y lo completa Héctor Zerbin, también renovador.
Asimismo, se puede nombrar lo ocurrido en Azara, donde nuevamente las dos opciones más elegidas fueron oficialistas. El actual intendente Daniel Yendrika no pudo renovar por otro mandato, pero el ganador era quien encabezaba otro sublema del FR: Rodolfo “Neco” Kuinaschuk.
Este escenario se replicó también en municipios como Capioví y Bernardo de Irigoyen. En el primero, el intendente Alejandro Arnhold declinó ir por la reelección, puesto que ganó una banca como diputado provincial. Su sucesor elegido, Raúl Flach, no logró acceder a la intendencia de Capioví, pero quien si lo hizo también es renovador, nos referimos a Ramón Arrúa. Mientras que en Irigoyen, la situación fue que el actual intendente Guillermo Fernández cayó ante otra oferta oficialista, la del ex mandatario Edgardo Aquino.