«Durante una inspección a un campamento de cosecheros de yerba mate, se encontraron dos niños durmiendo sobre la goma espuma de lo que fuera, hace mucho tiempo atrás, un colchón que ahora se encontraba sucio, viejo y corroído. Cubría a estos niños un precario paño de plástico negro que hacia de techo de una improvisada carpa. Sin agua potable, sin baños, se podía ver, colgado sobre uno de los palos de la carpa, un trozo de carne salada cubierto de moscas», aseguran desde la organización Un Sueño para Misiones.
«Tuvimos oportunidad de hablar con uno de los cosecheros que se encontraban en el lugar y nos relato que todos los adultos que formaban parte del campamento, alertados de la presencia de los inspectores del Ministerio de Trabajo, escaparon. Se escapan por miedo, porque desconocen sus derechos y para poner a salvo su trabajo, porque como dicen ellos: Los inspectores se van y todo continúa igual. El pobre deben seguir trabajando para comer”, relataron y su indignación añadieron que «en el desconcierto de la huida, dos de los niños que estaban descansando fueron olvidados».
«Al rato uno de los niños, el menor, se vio rodeado de una gran cantidad de inspectores, el niño rompió en el mas desconsolado llanto, hasta que su padre que se había percatado de que su hijo no lo acompañaba, regresó a buscarlo», continúa la historia que, lejos de ser un cuento, es tan real como la de cientos de niños que también realizan trabajo infantil en calles, avenidas y espacios públicos de las ciudades misioneras.
«Enterados de esta situación, nos preguntamos si existiría Misiones, un protocolo de intervención para evitar que los niños, que son victimas de explotación laboral, sean revictimizados. La búsqueda de respuestas nos llevo hasta el nuevo director de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), Manuel Mera, quien confirmó que tal protocolo no existe», remarcaron desde la ING.
«Pensando en la posibilidad de encontrarnos con esta respuesta, llevamos la propuesta impulsar que el Ministerio de Trabajo provincial y nacional se aboquen a la tarea de la formulación de un protocolo de intervención para que los niños e incluso los adultos no sean revictimizados cuando se detecte casos de esclavitud laboral, trabajo forzoso, y en especial trabajo infantil, esta propuesta fue recibida con interés. Así que estaremos atentos a que se lleve adelante», indicaron.
Finalmente, parafraseando a la propia Patricia Ocampo, reflexionaron “las cosas realmente importantes para una nación, no pueden dejarse solo en manos de los gobiernos y la política, Nosotros como ciudadanos debemos hacernos cargo de que suceda”.