En el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, el Millonario venció 2-1 al Pincha con un gol agónico de Aliendro y se quedó con la Supercopa Argentina.
River Plate derrotó 2-1 a Estudiantes de La Plata en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba y se consagró campeón de la Supercopa Argentina. Pablo Solari y Rodrigo Aliendro convirtieron los goles del Millonario; Javier Correa anotó para el Pincha.
El primer tiempo de River fue malo, y para colmo Estudiantes lo durmió de entrada. A los 3 minutos, Cetré le puso la pelota en la cabeza a Javier Correa, que con un testazo de pique al suelo batió a Armani. El curioso planteo de Demichelis, dejando solo a Kranevitter en el medio, quedó en segundo plano porque con la ventaja el Pincha se replegó, sabiendo que de contra y con espacios podía lastimar. Y mucho.
De todos modos, tras unos minutos de mareo, el Millonario se fue acomodando en el campo, y con la pelota se instaló en tres cuartos de cancha rival. Sin embargo, no tuvo juego colectivo, por lo que el peligro llegó de acciones aisladas como un cabezazo de Paulo Díaz y un remate de Borja que Mansilla manoteó en el palo. Y el León platense, con réplicas, salteando el medio y jugando largo para que Correa aguante y sus compañeros lleguen desde atrás, también le hizo pasar sobresaltos a Armani.
Pero el complemento fue otra historia. A River le sobraba Boselli por derecha porque Estudiantes no atacaba por ese lado, por lo que la entrada de Simón le dio profundidad y los de Demichelis comenzaron a atacar por ese lado, en tándem con Solari y un mucho más activo Nacho Fernández.
Mansilla volvió a agrandarse tapándole buenos remates a Colidio y Echeverri, de buen ingreso, pero la tercera fue la vencida. Solari recibió por derecha, se metió en el área y con un disparo -que era un centro- que se desvió en Zaid Romero venció, ahora sí, al arquero pincharrata.
Y así como a Demichelis se le suelen criticar los cambios, esta vez la quinta modificación, que parecía curiosa, le dio el título. Aliendro reemplazó a Colidio, de flojo segundo tiempo, y el ex Colón sacó un zapatazo que se colgó del ángulo en tiempo agregado, cuando todo indicaba que se iban al alargue.
Así, el cuestionado DT de River le pone paño frío a la situación, nuevamente con una copa, como a finales del año pasado. Título número 72 de la historia del Millonario, y el 54° a nivel local.
Fuente: Diario Popular