Vecina del histórico Aníbal Cambas y orgullosa hija de docentes, Sonia destaca los valores y la cultura de trabajo que recibió de sus padres, lo cual la llevó a dedicarse a la docencia. En sus ratos libres opta por leer, y encuentra en autores como Yuval Harari y Andrés Oppenhaimer la inspiración para incursionar en ideas que promuevan la educación disruptiva.
-En cuanto a la Ley de Educación Disruptiva ¿Pudiste aplicarla durante tu rectorado en el Instituto Santa María?
-Sí, y pude constatar la diferencia que existe cuando se la aplica, porque en la educación los resultados se ven a largo plazo, mientras que con esta metodología las transformaciones son más rápidas. Además, potencia al talento humano, debido a que pueden desarrollar distintas habilidades cuando se les da los instrumentos justos.
Durante los cuatro años que duro mi rectorado en este Instituto mi gestión se enfocó en proveer herramientas a los jóvenes para que puedan superarse, y gracias a esta ley logré la transformación de una institución tradicional a un ámbito donde la tecnología y la innovación forman parte de la vida de los estudiantes.
Se trata de un modelo educativo que trabaja sobre las individualidades, desarrollando el pensamiento crítico, el trabajo colaborativo, e integrando al alumno al proceso de aprendizaje, es una construcción constante y colectiva que involucra a mucho más que la relación docente-alumno. Esto nos invita a repensar la manera de enseñar, utilizar nuevas herramientas, la innovación y la tecnología, lo lúdico, lo experiencial, así como también transformar los espacios para favorecer la interacción.
Este modelo impulsado en Misiones define nuestro futuro como provincia, debido a que toda la estructura está pensada para preparar a los jóvenes misioneros para la economía del futuro, que es la economía del conocimiento, en la cual el principal valor agregado son las personas.
-¿Qué otra experiencia te llevás de tu paso por el Instituto Santa María?
-Sin dudas fue el proyecto que compartí con la Congregación de Siervas del Espíritu Santo, con las cuales trabajé los 26 años que estuve en el Santa María, llevándome de esta experiencia de vocación de servicio para cambiar la vida de los demás a partir de la educación.
– ¿Qué te impulsó a hacer política?
-Mi vocación de servicio, que la puse en práctica por varios años en conjunto con la Congregación de Siervas, y al encontrar esa similitud entre la educación y la política, ambas comparten esa finalidad que es trabajar para mejorar la calidad de vida de la gente, son herramientas fundamentales de transformación social.
La política “maker” es la que transforma las realidades de las personas, la cual se traduce en estar cerca de la gente para escucharla y luego gestionar soluciones. También considero fundamental la ayuda social cuando alguien lo necesita, por eso suelo acompañar los trabajos realizados por el IPLyC, pero sé que la verdadera ayuda viene cuando se les da herramientas y facultades con la educación, y eso es lo que promueve el modelo misionerista.
-¿Qué llevarías del modelo Misionerista a Nación?
-Llevaría nuestro sistema de educación para acompañar a todos los jóvenes del país en el desarrollo de sus habilidades y así formar recursos humanos para el futuro, en Misiones ya lo estamos haciendo y el Silicon es un ejemplo, transformándose en el centro de innovación más grande de la región. Por eso Innovación Federal será el conducto para trasladar todas estas transformaciones al país.
-¿Qué significa Innovación Federal?
-Estas dos palabras que identifican a nuestro frente y pertenecen al ADN misionero, tienen que ver con nuestro camino hacia la innovación tecnológica impulsando la economía del conocimiento, complementándose con un federalismo que se relaciona directamente con nuestros orígenes. Por ello, seguimos luchando por la descentralización del poder, promoviendo el trabajo conjunto y articulado pero respetando la autonomía de las provincias, y en Misiones ya dimos muestras más que suficientes de la eficiencia con la que administramos nuestros recursos.
-¿De dónde nace esta búsqueda de independencia del poder central?
-Nace de la confianza que tenemos en poder diseñar nuestro propio futuro, administrando nuestros recursos, esto está instalado en la conciencia colectiva del misionerismo, la cual piensa en una agenda que se arma de acá para allá, alejada de odios, de grietas y de imposiciones desde el país central. Nuestra organización y orden lo demuestran, que a la vez nos trae como resultado el equilibrio económico que vive la provincia y su constante crecimiento, pese a las distintas coyunturas que vive el país.
-¿Por qué Massa sería la mejor opción para Misiones?
– Porque la provincia tiene una agenda articulada con Nación y Sergio Massa tiene mucho que ver con eso, él puede brindar un mejor futuro para los misioneros. Además, el ministro de Economía ya dio garantías de su compromiso con Misiones, apoyando proyectos claves para la provincia. Porque es quien tomó las banderas del misionerismo, con la convicción de que la educación, la innovación y la ciencia son el camino hacia el desarrollo del país.
-¿Tuviste la oportunidad de hablar con Massa cuando estuvo en Iguazú?
-Sí, pude conversar con Sergio y compartimos la creencia que el orden político trae orden económico, a la vez que coincidimos con esta visión de que el único camino para el desarrollo es por la vía del conocimiento. Logramos también que se diagrame la puesta en funcionamiento de la Zona Especial, que va a ser mucho más que una Zona Aduanera, cumplimentándolo con una posible ley de economías regionales. Otro de los temas fue la posible llegada del gas natural a la provincia, y en caso de que no se logre, la implementación de resarcimientos para Misiones. Mientras que desde lo político diagramamos una agenda en conjunto entre Nación, la Provincia y los municipios, lo cual sería muy favorable para los misioneros.
Por Fernando Retamozo. Politólogo y Periodista.