La infidelidad está a la orden del día, pero no siempre provoca las mismas reacciones. De hecho, es sabido que después de una ruptura amorosa, y más si han habido terceras personas, se inicia un periodo de duelo que pasa por varias fases: Fase 1: Impacto o Shock · Fase 2: Negación · Fase 3: Tristeza profunda · Fase 4: Culpa · Fase 5: Enojo · Fase 6: Aceptación · Fase 7: Aprendizaje.
En el caso de Shakira, no es difícil adivinar en qué etapa se encuentra: el enojo. De acuerdo con Mariona Gabarra, sexóloga y asesora de Gleeden -aplicación líder de encuentros extraconyugales-, las personas que pasado un año no logran salir de esa fase se recomienda asistencia psicológica para poder dar el siguiente paso y reconstruir su vida. Y en el caso de un personaje público, la recuperación es aún peor, ya que puede ralentizarse al salir constantemente noticias sobre su historia personal en la prensa. En otras palabras: esas noticias provocan el retroceso y llevan de nuevo a fases que ya se podrían haber superado.
Sin embargo, no toda infidelidad lleva a la ruptura, y varias parejas argentinas mediáticas pueden ser tomadas como ejemplo en este caso. Al respecto, Gabarra, afirma que “en el primer momento suele haber una reacción de venganza o enfado antes que un perdón”.
Según los datos de Gleeden*, el 56% de infieles están seguros de que su pareja no perdonaría nunca una infidelidad. De éstos, el 84% son hombres (que opinan que su pareja mujer no les perdonaría) y el 16% son mujeres.
En contraposición, solo el 16% de los encuestados afirma que no perdonarían una infidelidad de su pareja, mientras que el porcentaje restante afirman que “no les gustaría, pero que lo podrían entender”. “Perdonar una infidelidad es mucho más habitual de lo que pensamos” – afirma Gabarra. “Cuesta mucho dejar una relación y, en el fondo, podemos llegar a entender que la monogamia es complicada, que cualquiera puede ser débil y, en un momento dado, cometer una infidelidad”.
Pero el perdón tiene un problema subyacente: “sin querer” – continúa Gabarra – “la persona que perdona está rompiendo un límite, lo que automáticamente la posiciona por debajo de su pareja y hace probable que esa actitud se vuelva a repetir”.
Por eso, la única manera de seguir la pareja y que tenga sentido después del perdón de una infidelidad es “estableciendo nuevos límites o ampliando los existentes, ya sea abriendo la relación a otras personas o advirtiendo que ese límite es inquebrantable y que, la próxima vez que se vuelva a rebasar, se acaba la relación”.
* Datos extraídos de la encuesta online de Gleeden, realizada durante 2022, entre 15.211 usuarios, reforzada en enero de 2023 y ampliada con los resultados del estudio paneuropeo “Infidelidad y evolución de las relaciones no monógamas en España y Europa”, realizado por la consultora Yougov para Gleeden en junio de 2022.