El Plan, como lo explica la resolución n° 232/2018, publicada en el Boletín Oficial, será competencia directa de la Subsecretaría de Agricultura y contará con la información que genere el Observatorio Nacional de Suelos Agropecuarios, creado en julio de 2017.
Los suelos son el recurso natural, finito y no renovable base de la producción agropecuaria, el cual sufre procesos de pérdida y degradación.
El instrumento se creó de modo de institucionalizar el abordaje de los suelos agropecuarios y generar políticas en la materia, entendiendo que la conservación y uso sostenible de los mismos debe enmarcarse en una planificación sistémica, con una perspectiva de largo plazo y el compromiso de todos los actores involucrados en su uso y gestión.
El Plan se sustenta en el trabajo realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) durante décadas y se basará en esta institución para la ejecución de las acciones.
Asimismo, permitirá contribuir con las acciones comprometidas por los Ministros de Agricultura del G 20 bajo la presidencia de la República Argentina. Cabe destacar que, en la Declaración de Ministros se resalta el rol de los suelos agropecuarios para «mejorar la resiliencia a los acontecimientos climáticos extremos, así como mitigar la emisión de gases de efecto invernadero, incluso a través del secuestro de carbono».
También resultará un aporte tendiente al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La creación del Plan persigue que las políticas públicas que incidan directamente sobre el uso de los suelos agropecuarios sean, en su conjunto, congruentes y generen incentivos para la adopción de prácticas adecuadas que tiendan a la conservación y, en su caso, al mejoramiento de los suelos agropecuarios.