Las buenas prácticas de manufactura (BPM) en los servicios de alimentación requieren una serie de medidas fundamentales, para brindar alimentos inocuos a los beneficiarios de los distintos programas alimentarios. En este sentido, el área de Nutrición del Ministerio de Desarrollo Social, la Mujer y la Juventud de Misiones elaboró un cuadernillo con el protocolo de conductas y medidas higiénico- sanitarias para cocinas centralizadas, comedores y merenderos de toda la provincia.
El manual es una herramienta para quienes manipulan los alimentos que llegan a las familias misioneras de menos recursos y garantiza la higiene en las distintas etapas de elaboración. Incluye un plan detallado sobre la correcta recepción de insumos, almacenamiento, manipulación y distribución de las preparaciones, en base a las normativas previstas en el país y adaptadas a los modelos de comedores que existen en Misiones.
Entre las recomendaciones generales, el material bibliográfico apunta a incrementar la higiene personal (sobre todo lavado de manos con agua y jabón), del establecimiento y zonas de tránsito. Además, recomienda el uso de barbijos, alcohol en gel y lavandina para desinfectar las zonas de trabajo, evitar compartir elementos de trabajo y de uso personal como vasos, utensilios, cubiertos y elementos de higiene, mantener la distancia entre trabajadores de 1,5 metros, entre otros.
Las profesionales del área explicaron que si bien el Código Alimentario Argentino incluye la obligatoriedad de aplicar las buenas prácticas de manufactura en lugares donde se comercializan alimentos, cada vez son más las entidades del estado que se adhieren a las medidas. Para lograr alimentos seguros es fundamental realizar la prevención de la contaminación, a través de la higiene alimentaria en sus distintas etapas y garantizar el buen estado de salud del personal del servicio de alimentación.