Desde la Secretaría de Salud y Desarrollo Humano brindaron recomendaciones básicas y de suma importancia para que el consumo de pescado, el cual se incrementa en esta época, sea seguro para la salud de la población.
Ya que se trata de un producto perecedero que se puede alterar con facilidad, es importante extremar cuidados al momento de su compra y conservación. Para ello se debe tener en cuenta:
La piel debería lucir colores vivos, tornasolados, en otras palabras, no deberían ser apagados o sin brillo.
Los ojos tienen que estar sobresalientes, con brillo y de pupilas negras. No se recomienda aquellos en donde están hundidos, grises o viscosos.
La carne debe tener firmeza, ser traslúcida y de superficie lisa.
Las branquias tienen que verse rojas, húmedas y brillantes, con olor natural propio y suave.
En este sentido, explicaron también que, en el caso de los productos enlatados, se debe prestar atención en que no estén abollados, ni hinchados, tampoco oxidados. No está de más el chequeo al rótulo, para ver procedencia y vencimiento.
Del mismo modo, desde la Dirección General de Control Alimentario y Fiscalización Urbana indicaron que las pescaderías deben estar limpias, el agua de deshielo de la mesada se debe escurrir de manera correcta y el local no debe contar con olores desagradables. En ese caso, indicaron que ya inició su proceso de descomposición. Tampoco corresponden a que se encuentren amontonados entre sí.
Inspectores municipales recorren los comercios que se dedican a este rubro con el fin de asegurar la calidad e inocuidad de la mercadería.
Por ello, se aconseja a los consumidores que realicen sus compras en lugares donde la procedencia sea segura, y que tengan la habilitación correspondiente. Asimismo, recuerdan que está prohibida la venta ambulante.