La avispa barrenadora es la principal plaga de las plantaciones adultas de coníferas a nivel global. En el INTA Montecarlo, un laboratorio de cría de nematodos pone al alcance del sector forestal un biocontrolador para combatirlo.
La avispa barrenadora de los pinos –Sirex noctilio– es un insecto que desarrolla su ciclo de vida en el interior de los troncos de los árboles de la familia de las coníferas. Presente en todas las regiones con plantaciones comerciales de pinos del país, esta avispa coloca los huevos a través de la corteza de los árboles, produciendo la muerte de los árboles y es considerada la principal plaga de los pinos adultos.
Edgar Eskiviski -Investigador de INTA Montecarlo, Misiones- explicó que “las hembras adultas de la avispa colocan los huevos a través de la corteza de los árboles, produciendo la muerte de los árboles afectados, ya que también introducen una sustancia tóxica y esporas de un hongo que se desarrolla en la madera y servirá de alimento a las larvas de la avispa que se crían en el tronco”.
Para combatir esta plaga, el laboratorio de cría de nematodos de INTA Montecarlo, Misiones, dispone de un biocontrolador para su manejo integrado
El investigador explicó que “el nematodo Deladenus siricidicola es de especial interés para el control biológico de la avispa Sirex ya que tiene la capacidad de ingresar al cuerpo del insecto durante su estado larval provocando la esterilidad de las hembras cuando alcanzan el estado adulto”.
Para el control biológico de esta plaga, los nematodos son introducidos por orificios realizados en el tronco y vehiculizados en un gel para que no pierdan viabilidad. Una vez en el tronco se dirigen hacia las larvas de Sirex que se encuentran en el tronco. Una vez que penetran en la larva, se ubican en el aparato reproductor de las hembras las cuales son esterilizadas.
“Las hembras de la avispa afectadas continúan su desarrollo, pero en lugar de colocar huevos viables diseminan huevos conteniendo el nematodo parásito y es la forma en que el controlador biológico se establece en el ambiente”, explicó Eskiviski.
Para la cría de los nemátodos, en el laboratorio se realiza el cultivo en cajas de Petri del nemátodo con su hongo simbionte. Realizado en condiciones controladas de temperatura y humedad, la cría consta de dos etapas: una de mantenimiento de las cepas de cría en agar y otra de cría masal para la producción de las dosis del biocontrolador.
“En la cría masal se utilizan frascos que contienen trigo esterilizado, donde el medio de cría que contiene los nematodos se desarrolla durante al menos 45 días desde donde es extraído para la obtención de las dosis”, explicó Eskiviski, y agregó: “Las dosis obtenidas consisten en una solución de 20 ml de agua que contienen 1 millón de nematodos en suspensión, que alcanzan para tratar una media de 10 árboles afectados por la plaga”.
Para su aplicación, se recomienda que sea en el momento en que la avispa se encuentra en estado larval, semanas antes que entre en metamorfosis para transformarse en adulta. En el norte del país, corresponde a los meses de otoño e invierno, mientras que, en el sur del país, esto se da en los meses de primavera.
La técnica del uso de nematodos para el control biológico de la avispa barrenadora fue desarrollada por científicos australianos y luego importada a Sudamérica y adaptada a la región. En la Argentina, el laboratorio del INTA Montecarlo es el único que produce y comercializa las dosis de este controlador biológico, cumpliendo con las demandas de los productores forestales. Tanto la tecnología y las cepas iniciales para la cría de los nematodos fueron cedidas desde EMBRAPA (Brasil) por medio de los convenios que existen entre ambas instituciones.
“Las dosis de nematodos Deladenus siricidicola se comercializan en el INTA Montecarlo Misiones a través de una unidad de negocios de INTEA, y son producidas a pedido con una anterioridad de al menos dos meses de la fecha de utilización”, puntualizó el investigador. Las dosis de nematodos son solicitadas y utilizadas en las distintas regiones forestales del país, como la Mesopotamia, Córdoba y Patagonia.
Además de los nematodos, existen otros organismos que son biocontroladores sobre las avispas de los pinos. “Las avispas parásitas de los géneros Ibalia y Megarhyssa se encuentran introducidos en Argentina y también se encuentran en los sitios donde está presente la avispa, complementando al nematodo en el manejo integrado de la plaga”, especificó Eskiviski.
Fuente: INTA