Este martes, la banda del Pato Fontanet regaló un show de dos horas, con un popurrí de canciones nuevas y clásicos.
Primero fue la banda uruguaya “no te va a gustar”, con la presentación de las canciones de su último trabajo de estudio “Luz”. Este martes le tocó el turno a la banda liderada por Patricio Fontanet, “Don Osvaldo”. Sin dudas, uno de los regresos más esperados por el ghetto rokero de la provincia. La agenda musical de UMMA (Maipú) continuará en agosto con la llegada de dos conciertos imperdibles: el jueves 11 llega el legendario guitarrista, Tano Romano con el tributo «La H no murió» y el domingo 14, otra vuelta esperada: Skay Beilinson & Los Fakires.
El barrio te extraña en silencio
Expresaba una leyenda de una de las tantas remeras que parafrasean la exquisita lirica que posee el ex frontman de Callejeros. Desde tiempos memoriales el “Pato” sabe cómo poner en palabras su percepción sobre lo que sucede en el barrio, la injusticia, el poder, las madres de plaza de mayo, la noche y las experiencias que regalan las madrugadas, algunos de estos tópicos que identifican y se hacen propias en sus miles de seguidores en todo el país y también afuera; porque antes de su presentación en la capital, pasaron por Asunción y en septiembre la banda prepara pasaportes para embarcarse en una gira por el viejo continente.
Hacía mucho tiempo (y no justamente por causa del parate pandémico) que la ciudad no estaba viviendo un ritual del rock. Don Osvaldo vino a saldar esa deuda. Trapos colgados en las esquinas, gente deambulando por las calles laterales del local, ranchando en cada vereda escuchando canciones, tomándose una latita para calmar la ansiedad de la hora pautada, los vendedores ambulantes tratando de hacer los billetes necesarios para la siguiente parada (este jueves en el estadio de Chaco Forever).
Tanto es el fanatismo que Don Osvaldo produce que una delegación de Resistencia y de Corrientes se embarcó en esta gira por el litoral. Llegaron a Posadas con sus banderas y con sus trapos para marcar su presencia. “Volveré siempre a verte por amor y porque así lo siento” -Fontana Chaco, rezaba la leyenda de un trapo que atravesaba uno de los balcones del lugar.
Todo ocurrió con total normalidad tanto afuera como adentro. El Pato ingresó minutos después de la hora indicada. Siempre activo y movedizo jugó y dialogó con su público. Con la intención clara de que el pasado también es una marca registrada de su actual proyecto musical regalo en sus dos horas de show algunas canciones de Callejeros y de Casi justicia Social, sus anteriores proyectos. También hubo momentos para introducir su gran gusto por el tango con melodías dedicadas a Roberto Goyeneche.
Párrafo aparte fue para el sello ricotero que se dejó percibir en la noche. La primera señal vino desde la batería de Luis Lamas y una bandera de Oktubre que cubría todo el instrumento. El segundo guiño la remera que llevaba puesta Fontanet antes de subir al escenario con la escultura que Rocambole realizó para ilustrar la tapa de “Luzbelito”. Buen presagio para oficializar la llegada del flaco Skay Beilinson & Los Fakires el próximo domingo 14 de agosto pero antes, el jueves 11 se presentará el tributo «La H no murió».