La radio argentina, pionera en el mundo, fue reconocida por los ediles por albergar historias, grandes figuras y dulces voces por más de un centenario.
Conocida es la historia de su llegada. Quienes conocieron a Enrique Telémaco Susini-periodista, melómano y otros– saben que con la ayuda de su sobrino Miguel Mujica y sus amigos César Guerrico y Luis Romero Carranza, formó un grupo que terminó por ser bautizado como «Los Locos de la Azotea», con el que concretó la hazaña con la tecnología de la época y no pocas dotes de acrobacia para instalar una antena horizontal, como las de los radioaficionados, en la terraza del teatro Coliseo porteño, que conectaba con un primitivo aparato de transmisión y llegaba a través de un cable a un micrófono disimulado en la sala.
Esa gran hazaña, permitió que el 27 de agosto de 1920, Argentina disfrutara de la primera transmisión de radio recreativa. Antes de la aparición de la TV, de la que también Susini participó, y hasta fines de la década de 1950, escuchar la radio fue una de las ceremonias favoritas de la población, que aun en grupos familiares se reunía frente a aquellos receptores que con solo sonidos, música y palabras les permitían imaginar rostros, escenarios y lugares exóticos que de otro modo no iban a conocer.
En un reconocido homenaje, el concejal Mario Alcaraz dedicó unas palabras a las “voces del centenario” que engalanaron el “éter” con historias, grandes figuras y momentos inolvidables: “ a muchas familias de hoy le dan el sustento diario desde un programa, desde una publicidad, desde un trabajo de cronista, profesión que amo, por eso no quiero dejar pasar la fecha y felicitar a quienes varias veces nos han puesto el micrófono para que parte del trabajo que hacemos sean volcado a los medios por medio de un programa de radio”.