El último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) que publica la Bolsa de Rosario recortó de 56 millones de toneladas a 45 millones la cosecha de maíz, y de 45 millones de toneladas a 40 para la soja.
El efecto del estrés hídrico existente en lo que va del verano determinó un recorte en las proyecciones realizadas por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) para la cosecha de maíz y soja en 8 y 5 millones de toneladas en cada cultivo, por lo que «la pérdida de ingresos netos» del sector productor a causa de esto rondaría los USD2.930 millones, estimó ayer la entidad bursátil.
El último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) que publica la Bolsa de Rosario recortó de 56 millones de toneladas a 45 millones la cosecha de maíz, y de 45 millones de toneladas a 40 para la soja. El «2022 sigue sin lluvias importantes. Ya van casi 30 días sin milímetros significativos que den auxilio: el maíz sigue sufriendo dos golpes de calor que se han sucedido con apenas una semana de respiro en medio», señala el informe de la GEA.
El documento estima en un 14% la caída del maíz en relación a las proyecciones de diciembre y señala que «el resultado de todo esto es que respecto a lo que se esperaba en diciembre, un escenario que con cierta normalidad hacía posible alcanzar 56 MT, la primera estimación maicera para argentina es de 48 MT». A la vez, indica que como consecuencia de la falta de lluvias y la baja humedad «este año se sembró más, pero habrá menos maíz: el rinde cae 10 quintales respecto a 2021».
Para el caso de la soja, el informe de la GEA señala que «las condiciones de desecamiento y estrés termo hídrico han sido tan graves en los últimos 30 días que se descarta también la posibilidad de un escenario de normalidad y rindes promedios». Así, afirma que ese escenario «arrojaría un horizonte productivo de 45 millones de toneladas y se trabaja ahora con una proyección de 40 millones».
A la vez, en un documento difundido ayer, la Bolsa de Comercio de Rosario, estima que a pesar de la recuperación de los precios de ambos cultivos, «la pérdida de ingresos netos del sector productor ya asciende a USD2.930 millones».
«En total, el impacto sobre la economía argentina se estima en USD4.800 millones, o un 1% de su PBI potencial», agrega el informe de la entidad. En esa línea, sostiene que «en el frente externo, las exportaciones de los principales productos de los complejos soja y maíz caerán en 13 millones de toneladas».