El defensor del Pueblo de Posadas, Alberto Penayo, estuvo esta tarde junto a los vecinos de la Chacra 122 quienes volvieron a reclamar porque otra vez padecieron las consecuencias de la inundación ante la falta de obras que ya se habían gestionado.
“Es indignante ver la desolación de las familias, quedando casas y vehículos bajo agua”, remarcó Penayo y agregó que ante la falta de drenaje “el agua subió entre 70 centímetros y 1,20 metro, según el área del barrio, y lo más preocupante de esto es que era evitable, porque incluso hay expedientes que iniciamos desde la Defensoría del Pueblo y que las instituciones provinciales responsables habían comprometido solucionar”.
El defensor del Pueblo posadeño explicó que “esta situación no es nueva, en 2007 y luego en 2011 se vivieron situaciones similares, y luego a partir del expediente iniciado y la presentación desde la Defensoría ante Vialidad Provincial, se había acordado que se realizarían las obras para evitar que sucediera esto que hoy volvió a ocurrir, afectando a los vecinos de la Chacra 122”.
Sin embargo, Penayo ahondó más en esta problemática “otra vez el desborde del Arroyo La Chancha fue de dimensiones impresionantes, no se puede circular, las familias en completa desolación, la zona absolutamente anegada; al igual que Itaembé Miní, la Chacra 245”.
“Son condiciones infrahumanas, no puede ser que cada vez que cae una tormenta tengamos que temer por las vidas de vecinos y familias posadeñas”, manifestó Penayo y agregó “qué va a pasar si la lluvia continúa, cuál va a ser la solución para estas familias, ya ni siquiera pensando en cuando pase la tormenta, sino en que si la lluvia vuelve con persistencia entre esta noche y la madrugada”.
“Las situaciones eran evitables, en el caso de la Chacra 122 que iniciamos un expediente y las autoridades competentes estaban al tanto, en el Arroyo La Chancha que desde hace más de un año estamos bregando por una solución… es necesario que comencemos, todos, a entender que hay respuestas que no pueden esperar”, concluyó Penayo.