El gobierno de la ciudad, a través de la Dirección de Turismo, Recreación y Cultura, no solo embellece sus atractivos turísticos naturales, sino que también apuesta fuerte a la conservación de su invaluable patrimonio natural, destacando la importancia de plantar árboles nativos para la salud del ecosistema y la experiencia turística.
En el corazón de esta estrategia se encuentra el emblemático Complejo Turístico Salto Berrondo, que fue el escenario de una jornada clave. Dentro del proyecto “Plantemos Futuro”, que ya superó los 5 mil ejemplares en toda la ciudad, en el Berrondo se plantaron cerca de 150 especies nativas. Esta reforestación no es un simple acto decorativo; es una inversión vital para el futuro de nuestro hermoso atractivo obereño.
Las especies misioneras seleccionadas, como Araucaria, Pau de Canga, Anyico Blanco, Lapacho Amarillo, Pitanga y Yaboticaba, cumplen funciones cruciales. Más allá de su belleza, estos árboles son fundamentales para la recuperación de los suelos erosionados y actúan como imanes para las especies polinizadoras, vitales para la biodiversidad local. Además, al tratarse de especies autóctonas, se adaptan mejor al clima y no desplazan a la flora y fauna locales, a diferencia de las especies exóticas.
La plantación se enfocó en la nueva zona destinada a acampe y motorhomes, garantizando que los visitantes puedan disfrutar de un espacio natural y en armonía con el entorno. Este trabajo, impulsado por la Dirección de Turismo, Recreación y Cultura, es un claro ejemplo de cómo esta dependencia municipal lidera iniciativas que fusionan el desarrollo del turismo con la protección ambiental. Al cuidar sus espacios naturales, Oberá no solo los hace más atractivo, sino que también asegura su sostenibilidad a largo plazo.
Con estas acciones, Oberá no solo vive la primavera y se prepara para una temporada de verano exitosa, sino que también envía un mensaje contundente: el futuro del turismo reside en la conciencia ambiental.