El Proyecto de Comunicación del Bloque de Diputados del Partido Agrario y Social que se solicita la provisión de agua potable para familias del barrio Nuevo Garupá, tuvo dictamen favorable el jueves pasado en la Comisión Legislativa de Obras, Transporte y Servicios Públicos, y hay un firme compromiso del Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas (Eprac), y de la empresa de servicios de agua potable de realizar los trabajos que se requieren en el barrio de Garupá.
En la iniciativa, autoría del diputado Martín Sereno, acompañado por sus pares de bloque, Jorge Páez, Giuliana Perini e Isaac Lenguaza, se destaca que el barrio Nuevo Garupá -anteriormente formó parte del Horacio Quiroga- cuenta con más de 200 familias que hace tiempo no cuentan con agua potable, y ya es un déficit crónico porque no disponen de conexión regular a la red.
«Ahora que se sancionó el dictamen esperamos que se aceleren los tiempos de las obras, y otorguen urgente respuesta a los vecinos y vecinas de ese barrio popular que fue registrado en el Relevamiento Nacional de Barrios Populares (Renabap)», dijo.
A partir del mismo y del certificado de vivienda única que entregó Anses a los vecinos y vecinas, «el Estado debe asegurar las gestiones y acciones tendientes a urbanizar y proveer los servicios de agua para el consumo humano, energía eléctrica, cloacas, etc. Pudimos lograr que el mismo Gobierno provincial reconozca públicamente al agua como un derecho humano universal, básico y diferenciador crucial en la calidad de vida de las personas», expresó Sereno.
Agua para el consumo, huertas y comedores populares
Actualmente y a raíz de este problema, algunas familias buscan alternativas en otros barrios para acceder al agua para su consumo, sumado a que el Nuevo Garupá cuenta con huertas comunitarias agroecológicas, y muchos subsisten con ellas, así como también con la producción de animales que se encuentran en crisis ya que el agua no alcanza ni siquiera para cubrir las necesidades básicas.
«Por eso reclamamos una pronta solución a este conflicto, de lo contrario estamos sentenciando a estos vecinos a perder su capacidad productiva, y a sumirlos en condiciones de vida aún más precarias», señaló el legislador.
Como medida coyuntural, el barrio cuenta con un tanque con capacidad para 15 mil litros de agua, es decir que sólo faltarían las instalaciones e insumos para solucionar esa falta.
Es necesario que se pongan en marcha las obras que permitan que cada familia pueda contar con una conexión a la red regular de agua potable. De esa manera se solucionaría la problemática que impide la provisión del vital líquido ya que las conexiones existentes son deficientes.
Para evitar contagios es urgente solucionar estas demandas
Sereno mencionó que desde el bloque que preside, constantemente plantean el reconocimiento del acceso al agua apta para consumo humano, como un derecho básico y esencial que debería ser asegurado por el Estado para todos y todas las misioneras.
«Así parece entenderlo ahora el Gobierno, y en la actual situación de aislamiento social y exigencia de determinados cuidados sanitarios para evitar el contagio y diseminación del Covid-19, es imperioso tomar estas demandas y darle un curso de solución urgente. A diferencia de otras ocasiones, esta nueva normalidad a la que debemos adaptarnos y aprender a convivir con cuidados, nos plantea que el contar con agua apta para realizar las prácticas sanitarias exigidas, puede significar un punto de inflexión entre el agravamiento o no de una situación sanitaria que puede afectar no sólo a un barrio sino a toda la población», sostuvo.
Regularizar conexiones de agua y luz en barrios Renabap
El diputado recordó que hace unos días el gobernador Oscar Herrera Ahuad celebró la posibilidad de empezar a trabajar y regularizar las conexiones de agua y de luz en los barrios incluidos en el Renabap.
«Desde el PAyS presentamos varios proyectos al respecto, y para no relevar barrio por barrio, hicimos un proyecto conceptual de todos los que están en el Renabap. Por eso pedimos específicamente por el Nuevo Garupá, donde funcionan comedores populares, merenderos, núcleos productivos, cría de animales domésticos; y familias con adultos mayores, embarazadas, niños, niñas, mujeres y hombres, quienes simplemente reclaman que se garantice y regularice la conexión al agua potable en ese populoso barrio», enfatizó Sereno.
El legislador se reunió con el presidente de la comisión barrial, Osvaldo Suárez, y los vecinos y vecinas quienes insisten con una propuesta de solución para la dramática falta de agua que padecen, y que en plena pandemia y con temperaturas cercanas a los 40 grados «no se puede soportar», agregó.
A veces compran agua, pero «un tanque es caro y resulta poco»
Mientras que Osvaldo Suárez, enfatizó que en su barrio con los camioncitos que llevan el agua no alcanza. «Creemos que la solución es fácil. Nosotros ya conseguimos un tanque de 15.000 litros, habría que conectarlo a la red que está a 100 metros y de ahí bajar con 500 metros de manguera para un lado y para el otro, y así por lo menos se cubriría la demanda de agua inmediata. Para el Eprac (Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas) es simple y solucionarían el problema rápidamente, y después que terminen la obra definitiva», manifestó.
En el mismo sentido, Fátima Claudino, otra de las vecinas de Nuevo Garupá, lamenta la falta de agua, porque además de necesitar para el consumo diario con su familia, tiene una huerta comunitaria y se complica llevarlo adelante sin agua en el barrio.
«Al no tener agua es imposible regar los cultivos y conservar la huerta; además está la cuestión sanitaria, la higiene, lavar la ropa, cocinar y todo el resto. Por ahora nos estamos arreglando como podemos. Hay gente que ofrece en el barrio un tanque de agua y nos vende; pero es caro: cuesta entre 800 y 1000 pesos y cuando hay gurisada en la casa, la capacidad de ese tanque resulta poca», advirtió la mujer.