El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación acordó hoy con los ministros de todas las provincias la instrumentación del plan alimentario para reducir la pobreza en el país. Además se definió que la tarjeta alimentaria para paliar el hambre comenzará a entregarse en las próximas semanas. Esas precisiones fueron dadas durante la reunión que mantuvo este mediodía el titular de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, junto a sus pares de las provincias.
En la ocasión también se estableció que será de $4.000 para madres con un hijo en situación vulnerable y de $6.000 para las familias que tengan más de un hijo. Esta tarjeta sólo podrá utilizarse para la compra de alimentos de la canasta básica y se recargará el tercer viernes de cada mes.
“Lo que nos pidió el presidente Alberto Fernández es hacer una gestión federal. Mi tarea como ministro es ir en ese sentido y llevar adelante una gestión abierta”, afirmó Daniel Arroyo. Por Misiones, participó la ministra de Desarrollo Social, Benilda Dammer, quien explicó que “se trabajará con un banco que se elija en cada provincia, con la condición de que sea un banco público. La tarjeta la entregará el banco una vez que se haga el convenio, en operativos que se harán en los barrios”.
Aclaró que “en principio, los beneficiarios no tendrían que hacer trámites para adquirirla, porque se hará un cruce de datos con la ANSES”. Agregó que está destinada a las familias que tengan algún tipo de pensión, “madres y padres con hijos e hijas de hasta 6 años que reciben la AUH. También para embarazadas a partir de los tres meses que reciben AUH y personas con discapacidad que reciben AUH”.
“Las compras podrán hacerse en cualquier supermercado que disponga de posnet y será exclusivo para comprar alimentos”, remarcó Dammer. Por ello el ministro Arroyo solicitó que cada provincia gestione con los supermercados la firma de convenios para mantener los precios de los productos de la canasta básica.
“El programa nacional controlará la compra de productos mediante los códigos de barra de los productos que compren los usuarios de la tarjeta”, detalló la ministra. Por último manifestó que “la idea es que con el tiempo las personas puedan acceder a un empleo estable y las tarjetas se den de baja”.