Las adoptó el Senasa y recordó que es obligatorio vacunar el total del ganado de especies susceptibles en un radio de 10 Km del caso.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) estableció medidas sanitarias tras la confirmación, por análisis de laboratorio, de un brote de rabia paresiante que, hasta el momento, afectó a 1 equino en el Departamento de Puerto Iguazú, provincia de Misiones.
Tras tomarse la muestra correspondiente y luego de confirmarse el diagnóstico en el Laboratorio Regional de Candelaria-Misiones, el Senasa dispuso la obligatoriedad de vacunar a la totalidad del ganado bovino, porcino, equino y de rumiantes menores, en un radio de 10 kilómetros alrededor del caso índice.
En los establecimientos localizados en este radio, también quedó prohibida la faena y el consumo de animales hasta que se cumplan con los plazos de la vacunación y revacunación de todas las especies susceptibles. A su vez, los movimientos a invernada se podrán realizar inmediatamente luego de la aplicación de la primera vacuna con previo aviso al destino, donde se completará el esquema de vacunación.
El Senasa informó sobre el brote de rabia a los municipios, a Salud Pública, a las fuerzas de seguridad, entes sanitarios y asociaciones de productores y también estableció comunicación con Paraguay y Brasil, dado que el área de vigilancia de 10 km involucra superficies de ambos países limítrofes.
Por su parte la Municipalidad de Puerto Iguazú, ha organizando la vacunación intensiva de mascotas, además de colaborar con las acciones inherentes a la salud pública, ante esta situación.
Características de la enfermedad
La rabia paresiante es una zoonosis, es decir puede transmitirse de los animales a las personas y siempre es mortal para los animales no vacunados, de ahí radica la importancia de la prevención mediante la vacunación de las especies susceptibles de contraer la enfermedad y el control y monitoreo de posibles refugios de vampiros. Los brotes perduran no más de 18 meses con periodos ínterepidémicos de, por los menos, 3 o 4 años.
Los primeros síntomas observados en animales consisten en inquietud, falta de apetito, tendencia a aislarse y frecuentes vocalizaciones con un tono de voz diferente al habitual. Luego se observa depresión, deshidratación, dificultad postural y ambulatoria, y finalmente la muerte.
El Senasa recomienda también, evitar el contacto con animales que manifiesten sintomatología nerviosa y dado que se trata de una enfermedad de notificación obligatoria, en el caso de sospecha de la misma, dar aviso inmediato a la oficina más cercana, o a través de la aplicación Notificaciones Senasa disponible en Play Store.