Más allá de la IA y sus luces de neón: 4 tendencias que gobernarán el consumo de aquí a 2035

Los hábitos de consumo evolucionan a la velocidad del rayo y tendencias que parecen abocadas a bote pronto a echar profundísimas raíces en la vida del consumidor se diluyen a menudo como un azucarillo para dar paso a tendencias completamente nuevas y no necesariamente menos efímeras.

En el estudio global «Consumer Vision 2035» Dentsu disecciona las tendencias que guiarán los designios del consumidor en la próxima década. La IA se abre paso, como no podía ser de otra manera, en el informe de Dentsu, que apalanca asimismo la mirada en los nuevos paradigmas sociales emanados del cambio climático y en el factor sorpresa como arma marketera de atracción masiva.

 

1. El «yo digital»
Está fuera de toda duda que la ubicua IA es la tecnología más pujante del momento. Así y todo, la IA está aún lejos de tocar techo. Y en el transcurso de la próxima década cada vez más consumidores incorporarán el uso de asistentes e IA en su cotidianeidad para poder acometer tareas con más celeridad y sencillez.

El 70% de los 30.000 consumidores consultados en su informe por Dentsu vaticina que la IA se imbricará con fuerza en la mayor parte de los aspectos de su vida cotidiana en el transcurso de los próximos diez años. Y el 49% va incluso más allá y asegura que en 2035 le gustaría tener a su vera una clon de IA que se ocupara en su nombre de actividades con el foco puesto en el «shopping», la administración y la comunicación.

En la próxima década, y convenientemente amalgamada con la realidad aumentada, la IA revolucionará por completo la manera en que la gente compra y se comunica.

 

2. Nuevos paradigmas sociales
El consumo no se transformará espoleado única y exclusivamente por el progreso en el plano tecnológico. También el cambio climático y la transformación de la política y de la industria del entretenimiento darán potencialmente la vuelta como un calcetín a la sociedad y la economía.

4 de cada 5 consumidores esperan, no en vano, cambios de envergadura en sus actividades cotidianas como consecuencia del cambio climático. Y esperan desarrollar en consecuencia nuevos hábitos como ocuparse de las tareas de jardinería durante la tarde o hacer pausas en el trabajo a mediodía debido a las altas temperaturas propiciadas por el calentamiento global.

Debido a las consecuencias cada vez más conspicuas del cambio climático algunos eventos deportivos deberán ser postergados, por ejemplo, a la tarde-noche para evitar las horas centrales del día y en el retail las horas de mayor actividad podrían desplazarse igualmente a las últimas horas de la tarde.

De manera similar, la industria del turismo deberá implementar cambios para ajustarse a las temperaturas crecientemente extremas en algunas regiones. Algunos destinos turísticos perderán inevitablemente atractivo a ojos del consumidor por culpa del cambio climático, mientras que la popularidad de otros destinos, con temperaturas más suaves, se disparará.

El informe de Dentsu apunta, por otra parte, que la digitalización podría solventar parcialmente la confianza a la baja del consumidor en las instituciones tradicionales. Mediante la creación de plataformas digitales que propugnen la descentralización y la participación ciudadana, la instituciones podrían recuperar (al menos en parte) la confianza de los ciudadanos.

Se observarán asimismo cambios en la industria del entretenimiento, donde la IA se abrirá paso cada vez más en producciones «mainstream», que serán en consecuencia más eficientes desde el punto de vista de los costes. Sin embargo, en un entorno gobernado por la IA se incrementará notablemente la demanda de autenticidad y de contenido generado por el usuario, que será clave en el ecosistema mediático para que los «players» que allí se desenvuelven puedan diferenciarse de sus rivales.

 

3. Consumo guiado por el estado de ánimo
Los consumidores se guían cada vez más por el estado de ánimo a la hora de tomar decisiones directamente emparentadas con el consumo. El 70% de los consumidores confiesan, no en vano, que ya a día de hoy una importante proporción de sus decisiones de compra se ven influencias por su estado de ánimo en el momento de llevar a cabo la transacción.

Y buena parte de los consumidores cree, de hecho, que las marcas deberían estar en posición de descifrar su estado de ánimo y confrontarle con ofertas ajustadas a su estado de ánimo actual. El 77% espera que en 2035 las marcas le hagan llegar ofertas y promociones que estén alineadas con eventos en tiempo real y con su propio estado de ánimo y contexto personal.

En este sentido, las marcas deberán anticiparse a los deseos del consumidor y no reaccionar simplemente a esos deseos. Y para ello los datos del consumidor desempeñarán un rol cada vez más preponderante en las acciones de marketing de las marcas. No obstante, esos datos valdrán también su peso en oro y el consumidor los gestionará como algo de su propiedad y podría llegar incluso a monetizarlos.

 

4. El factor sorpresa como arma marketera de atención masiva
Puesto que cada vez más consumidores toman sus decisiones de compra de manera espontánea y en base a estado de ánimo, las marcas deben adaptarse a esta nueva realidad. Y en esta nueva realidad el factor sorpresa tiene potencialmente muchísimo peso. El 80% de los consumidores asegura que la mejor forma en que las marcas pueden destacar entre la multitud y ganarse su lealtad es sorprender y encandilar a su clientela de manera totalmente inesperada.

A la hora de sorprender al cliente, la IA puede convertirse eventualmente en una fiel escudera para las marcas, pues puede ayudarlas a reconocer patrones emocionales en el consumidor y a adelantarse a sus deseos y necesidades.

 

 

 

Fuente: Marketing Directo. Por: Esther Lastra