La COP25 concluye con los grandes países contaminantes como Estados Unidos, China, India, Japón, Brasil y Arabia Saudí, entre otros, eludiendo su responsabilidad de reducir sus emisiones.
La Cumbre del Clima de Naciones Unidas que más ha durado de todas las celebradas hasta el momento, COP25, concluye con los grandes países contaminantes como Estados Unidos, China, India, Japón, Brasil y Arabia Saudí, entre otros, eludiendo su responsabilidad de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esta postura ha bloqueado el progreso de las negociaciones climáticas en Madrid. A pesar de las demandas de los países más vulnerables, la sociedad civil y de millones de jóvenes de todo el mundo que piden una acción climática inmediata, los grandes contaminadores se han negado a intensificar los esfuerzos para mantener la temperatura global por debajo de 1.5 ºC.
Aunque fue llamada la ‘COP de la ambición’, lo evidenciado en Madrid fue una falta de voluntad política para responder a los retos que señala la ciencia a la escala necesaria. Los gobiernos retrógrados ponen el beneficio por encima de la crisis planetaria y el futuro de las próximas generaciones. Con la excepción de la UE, los grandes países emisores han mostrado una total falta de urgencia para actuar.
El resultado no ha supuesto avances para el mercado de carbono, respeto a los derechos humanos, participación pública y financiación de pérdidas y daños para hacer frente a los impactos climáticos. Ahora, estos países tendrán que justificar sus posiciones, que se van alejando cada vez más de la ciencia y la opinión pública.
«Lamentablemente los resultados de las negociaciones de la COP25 han dejado mucho que desear. Los países poderosos no están dispuestos a perder sus privilegios momentáneos, ya que los efectos negativos del cambio climático terminarán afectando a todos los elementos de la naturaleza en nuestro planeta, inclusive, obviamente a nosotros, los humanos. El gran desafío es transformar el «Climate Change» en «Climate Chance» una oportunidad para un nuevo concepto de desarrollo realmente sustentable y climáticamente inteligente», sostuvo Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina, presente en la Conferencia del Clima de Naciones Unidas.
«La Argentina estuvo del lado correcto de las negociaciones, buscando elevar la importancia de los derechos humanos, fortalecer la implementación de las Acciones Basadas en Naturaleza para la mitigación y adaptación climática, asegurar el financiamiento para aumentar la ambición y asegurar un marco común de actualización de los NDC. En este contexto animamos a nuestro país a seguir este camino, reforzando desde hoy su trabajo», sostuvo Jaramillo.
Por su parte, Manuel Pulgar-Vidal, líder global del programa internacional de clima y energía de WWF declaró que: “A pesar de los esfuerzos de la Presidencia chilena, la falta de compromiso para aumentar la acción climática de los grandes países emisores contrasta enormemente con la ciencia, las crecientes demandas de la calle y los duros impactos que ya se sienten en los países vulnerables”.
“Sabemos lo que hay que hacer, y nos hemos quedado sin tiempo para dar marcha atrás o para debatir. 2020 debe ser diferente y lucharemos aún más por las personas y la naturaleza. Los gobiernos regresarán a casa para hacer frente a la frustración creciente de los movimientos juveniles, los ciudadanos y las comunidades vulnerables que sufren los impactos de la crisis climática y tienen que responderlos”, explicó Pulgar-Vidal. Y concluyó: “Los países aún tienen la oportunidad de demostrar que están comprometidos a enfrentar la crisis climática presentando compromisos climáticos mejorados alineados con la ciencia tan pronto como sea posible en 2020”.