Con un doblete de Ramiro Enrique y un golazo de tijera de Giuliano Galoppo, Banfield goleó y llenó de dudas al Xeneize a días de la revancha con Corinthians.
Boca pagó el precio de ser un equipo desconcertado y Banfield sacó provecho de las falencias de los suplentes de Sebastián Battaglia con altísima altura para imponerse por 3-0 en el marco de la sexta fecha de la Liga Profesional. Duro golpe para el Xeneize en la antesala del partido de vuelta por los octavos de la Copa Libertadores.
Si bien el conjunto boquense empezó haciéndose cargo del balón, el Taladro no tardó en acomodarse y vapulearlo en un primer tiempo perfecto, con un partido impecable de Ramiro Enrique -autor de dos tantos- y un Giuliano Galoppo fenomenal, que anotó un golazo de tijera.
Los de La Ribera caminaron por la cornisa en el primer cuarto de hora. Enrique jugaba al límite y quedó mano a mano un par de veces frente a Javi García antes de dar el primer golpe a los 21 minutos, cuando Galoppo agarró en el aire un centro del hijo del ‘Negro’ desde la derecha y ensayó una pirueta para dejar atónito al guardameta auriazul.
Pasada la media hora, sobre los 34, llegó el 2-0 para el elenco de Claudio Vivas. Boca, inconexo y sin un rumbo claro, la perdió en un avance. Banfield salió rápido, Agustín Urzi la metió al área con un envío rasante y por atrás la empujó Enrique.
La herida del Xeneize se profundizó a los 38 con otro grito de Enrique. Ya con un rival groggy y en una jugada muy fina, en la que Galoppo punteó justo, el juvenil quedó con el objetivo en el horizonte y sacudió al medio del arco. Así, Banfield se puso 3-0 y dejó al dueño de casa en la lona.
El local recién se despertó en la parte final del segundo tiempo. Se plantó cerca de Bologna y Aaron Molinas tuvo la más clara en un tiro libre que se estrelló en el travesaño. Pero no le alcanzó ni siquiera para achicar la diferencia.
Gran sorpresa para Boca en la previa de la revancha con Corinthians. Jugar con suplentes tuvo sus riesgos y Banfield exprimió al máximo cada detalle, siendo el claro dominador ante un rival que no hizo pie en ningún momento.