Sin duda una de las ideas más globales que hay es la de poder entender todos los idiomas, esto acabaría con muchísimas barreras con las que se encuentran personas constantemente en su día a día, y puede que esto esté más cerca ya que Google ha presentado unas gafas con Realidad Aumentada que traducen en directo lo que escuchan.
Como era de esperar, la conferencia Google I/O no iba a dejar indiferente a nadie con todas las nuevas funciones y herramientas que la compañía está extendiendo a sus servicios y dispositivos. Sobre todo, destacan los enormes avances en materias relacionadas con la Inteligencia Artificial (IA) y la Realidad Aumentada (RA).
Durante el evento celebrado este miércoles, Google nos mostró un adelanto de lo que iban a ser unas gafas equipadas con RA que traducen al momento lo que otra persona está diciendo en otro idioma para mostrar la transcripción en el cristal de la gafa.
«(Nuestro objetivo era) Dar a las personas la habilidad de poder comunicarse con cualquiera sin importar el idioma o cualquier otra barrera comunicativa» explica en el vídeo de presentación Eddie Chung, director del proyecto.
Las gafas no solo ayudan a traducir una conversación de personas que hablan en otro idioma, sino que también han sido diseñadas para ayudar a gente con problemas auditivos e incluso sordas. La compañía ha utilizado su experiencia con el Traductor de Google, junto a la tecnología de RA para conseguir un producto, que a pesar de que solo se trata de un prototipo puede revolucionar el mundo.
Es importante destacar, que las imágenes ofrecidas por Google son solo un concepto y que en el momento que lleguen de verdad estas gafas de traducción instantánea tanto la montura como la forma en la que muestran el texto traducido puede ser diferente.
Puedes ver el vídeo de presentación de las gafas con AR en el canal de YouTube de Google, empieza en el minuto 1:57:00. Sin duda este es uno de los proyectos más futuristas y ambiciosos que ha presentado la compañía durante la primera jornada del Google I/O.
Fuente: El Economista. Por: Miguel Terán Haughey.