A través de una orden judicial expedida por la Jefatura de Policía de Misiones se garantiza el respeto en términos de procedimientos legales, de manera tal que -según lo indica la Constitución Nacional-, antes de intervenir en una comunidad de pueblos originarios, “se deberá notificar al cacique Mbya, de forma escrita en los idiomas castellano y guaraní, sobre el hecho investigado» y se dispondrá de intérpretes en el caso de ser necesario.
Para ello, se adjuntó un modelo de notificación policial, que deberá ser enviada por la Policía previamente a cualquier visita. La normativa se realizó luego de una reunión en Tekoa Pindo Poty entre miembros de diferentes Comunidades, el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, y el jefe de la Policía de Misiones, Carlos Miguel Merlo.
Además, según consta en el acta de dicho encuentro, Merlo aceptó que los comisarios reciban capacitaciones sobre el Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), por parte del Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA).
Alejandro Benítez, mburuvicha (cacique), de la Comunidad Pindo Poty, es uno de los referentes de esta lucha y por eso expresó su alegría respecto a esta nueva medida, “nos sentimos mejor, es un logro muy importante para todo el Pueblo, para nuestros hijos y nietos, que ante cualquier problema, si hay una denuncia, nos tengan que consultar, venir y ver si está el cacique en la Comunidad”.
Mientras que su par, Ricardo Benítez, mburuvicha de Tuna’í, manifestó “después de más de veinte años luchando con el Aty Ñeychyrõ como organización tradicional nuestra, se han logrado muchos derechos. Estoy mucho más tranquilo, con energía y sé que estos logros son para todos el Pueblo Originario de Misiones. No es un regalo, hemos luchado mucho y por fin llegamos a esta instancia”.
«Ahora tenemos un camino conjunto entre la justicia blanca y los indígenas, a partir de ahora el personal policial no va a poder entrar al mundo indígena y hacer lo que ellos quieren, primero tendrán que respetar a los caciques y dueños de las casas, que antes no se hacía”, recalcó.
«Mantener viva su cultura ancestral dentro de un mundo que no les pertenece, es sin dudas el mayor desafío. Garantizar el respeto a su identidad es una tarea de todos. El camino se abre paso, pero aún queda mucho por andar», enfatizaron desde Emipa.