Nacieron y crecieron en la chacra. El legado de sus padres es su lugar de pertenencia. Ahora se organizan para forjar allí, a través del turismo, su futuro y contrarrestar el éxodo de su generación y las que vienen.
En tiempos donde la tecnología y las redes sociales han provocado un profundo impacto en la sociedad, transformando por completo la comunicación y el manejo de la información, las nuevas generaciones son quienes, por su dominio, marcan el paso y la velocidad de su avance.
«Estar conectados» es fundamental en casi absolutamente todos los ámbitos. Y la chacra no es la excepción.
“Nos quedamos, pero queremos Wifi, diversión y trabajo» fue la estrategia de negociación que utilizaron los jóvenes rurales del grupo «Los amigos del Norte».
Y si de negociación se trata, son sus padres, y sus abuelos, sus maestros. Negociando con la tierra, con el clima, con el tiempo, con la vida, trabajaron ese sueño sobre el que ahora ellos siembran semillas de ilusiones.
Audaces como su generación, son mentores de un proyecto que ya está en marcha, camina y crece: A 20 Km de Wanda, en el paraje Nueva Argentina, se presenta pujante y ambicioso el «Agrocamping Ecológico», como ellos lo bautizaron. Unos trescientos jóvenes lugareños y de colonias aledañas, van trazando sus bases y definiendo su proyecto.
Unas cuantas hectáreas, donadas para ese fin, sirven de estructura para lo que pretende ser el primer proyecto sustentable, con estas características.
En el lugar, todo es digno de destaque. Desde los argumentos hasta los materiales tienen un «por qué», y ellos se muestran convencidos de sus ideas.
«Nos dimos cuenta que los jóvenes rurales, no estábamos viendo el futuro acá en el campo. Nuestros padres trabajan estas tierras desde siempre, pero algunos ya están grandes y cada vez somos menos los que continuamos su trabajo (estrictamente rural)», comentaron en rueda de mates al ministro de Turismo, José María Arrúa, en su visita al emprendimiento.
Es así que, lejos de huirle a la cuestión, tuvieron la buena idea de crear este espacio que les permite crecer y desarrollarse en su propia tierra (la de sus padres), pero bajo su propia impronta (la de su generación).
Así nació el proyecto «Agrocamping Los Amigos del Norte», construido en su totalidad con materiales reciclados, fomentando el desarrollo rural y cuidando el medio ambiente.
Decenas de cubiertas, cientos de botellas, miles de tapitas, y una lluvia de ideas son los materiales de los que se nutren para diseñar su futuro.
En el mes de mayo, organizaron la Primera Fiesta Provincial del Joven Rural, para la cual construyeron su propio quincho, que oficia ahora de salón de eventos.
Más de tres mil plantines de hierbas medicinales empiezan a ver sus brotes en la huerta, lindante a un gran espacio de tierra fértil, donde proyectan ampliar esta faceta.
Otro gran atractivo, son las cabañas ecológicas, hechas enteramente con botellas, tapas de gaseosas y barro ñaú. «Los turistas quedan locos con las cabañas. Vienen de Francia, de Alemania y se sacan fotos con la casa de botellas que hicieron acá los gurises», comentó Samuel Doichele, director de Agricultura de la Municipalidad de Wanda, y Presidente de la Cooperativa de Trabajo Integral que los contiene en este desafío.
Samuel reveló además que la idea de los chicos es continuar con la construcción de estas cabañas que sirvan para alojar a quienes quieran vivir una verdadera experiencia en contacto con la naturaleza. Para ello necesitan juntar miles de botellas «que es lo más difícil, por eso nosotros, por ahora, no cobramos entrada. El valor de la entrada acá es una botella de vidrio, o las que quieran traer», sonríe esperanzado.
Otro de los materiales preciados en el camping son las cubiertas de autos y camiones, que le permiten el cercado del predio completo, y el armado de infraestructura, como un parque de juegos infantiles.
Con los mismos materiales (botellas, cubiertas, tapitas) están terminando además un espacio para producir compost, fertilizante orgánico por excelencia en el futuro que avizoran.
La producción en la cocina, no es ajena en esta empresa. La cría de paca o conejo de monte que, según cuentan, es la carne más rica del mundo; picles, mermeladas, licores y vinos caseros agregan valor a la materia prima, y ya son comercializados con los turistas que visitan el lugar, lo cual es mucho más que un ejercicio de compra-venta para ambas partes. Para el turista es cualquier producto gastronómico de un espacio como este, no sólo es un “frasquito”, un souvenir, no sólo es experiencia gastronómica rural, es también llevarse un pedacito de la Misiones profunda, que crece campo adentro. Para ellos es la satisfacción del resultado de tanto esfuerzo y dedicación.
En sus miradas, no hay preocupación, hay ocupación, hay ganas, hay trabajo, hay esperanza y convicción. La expresión se repite en todos y todas. Son ojos que se convencen mutua y diariamente, que la única manera de lograr su progreso, su futuro, es a través del trabajo, herencia de sus familias, continuando fieles al espíritu del ser misionero. Esto también es Turismo.