El epicentro neurálgico de Las Misiones le dio, sin dudas, un valor agregado a esta aventura que se consolida en la agenda «runner» de toda la región.
Familias enteras llegaron desde Brasil, Paraguay, y también desde varias provincias de Argentina, para competir en los 23K, 12K, y 2 K, propuestos por los Maratonistas Incansables, que tenían a su cargo la organización del Jesuita Trail, con apoyo de los Ministerios de Turismo; de Deportes; y de Ecología, la Subsecretaría de Gestión Estratégica, y por supuesto, del Municipio.
Un total de 400 corredores pusieron a prueba su resistencia en los caminos que guaraníes y jesuitas trazaron hace más de 400 años.
Cerca de las tres de la tarde del sábado, los 44 grados de sensación térmica que azotaban a la siesta misionera, se hicieron sentir frente al portal de San Ignacio Miní, poniendo frente a los competidores una travesía de alta dificultad, que atravesó la selva misionera, a la altura del Parque Provincial Teyú Cuaré.
Con los podios ya conformados, llegó el alivio para los últimos corredores que traspasaban la meta. Los chubascos vinieron a templar la tierra colorada, dándole un toque especial de mística al final de la carrera.
Según deslizaron los organizadores, la próxima posta, se llevaría a cabo en el segundo semestre de este año, pero esta vez, con la Misión de Loreto como telón de fondo. Así también, no descartaron que en un futuro no muy lejano, propongan un recorrido internacional, uniendo Reducciones del territorio argentino, con sus pares de Brasil y/o Paraguay, enmarcándose en las acciones que se desarrollan para posicionar a la Ruta Internacional de Los Jesuitas, como un atractivo turístico de carácter global.