Ivú: dos décadas de producción de yerba mate orgánica

Desde hace 20 años, la cooperativa CREO se consolida en la producción de yerba mate con certificación orgánica. Raúl López, integrante del emprendimiento cooperativo junto a su familia, destacó el desarrollo y reconocimiento de la marca Ivú en el mercado nacional.

Bajo el espíritu cooperativo y como parte de una búsqueda de diversificación productiva, Raúl López llegó a la provincia de Misiones en 1998 para comenzar con la elaboración de yerba mate.

La marca Ivú, su yerba mate orgánica, está respaldada por un sistema de certificación y control que comienza con la producción primaria, continúa con el procesamiento y culmina con el envasado y la distribución del producto.

Según López, la decisión de la producción orgánica se vincula a su propia experiencia de vida: “con mis viejos, aprendí la producción de forma orgánica. Venimos de familia de inmigrantes con la práctica de producir nuestro alimento hasta que luego dimos un salto para la producción a mayor escala. Desde entonces, siempre apostamos a la producción orgánica, libre de agroquímicos y en defensa de la sustentabilidad de la tierra”.

 

Desde la planta hasta el mate

Al mismo tiempo que comenzó la producción, se inició un proceso de certificación con la Organización Internacional Agropecuaria (OIA) quien realizó un seguimiento que en primera instancia habilitó la comercialización como “orgánica en transición” y luego, en 2002, obtuvieron la certificación propiamente dicha que se actualiza todos los años. Durante todo el proceso, el común denominador es el cuidado y la conservación de los recursos naturales y el ambiente.

Además, la yerba mate Ivú cuenta con el sello “Orgánico Argentina” otorgado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación a los productos que minimicen el uso de los recursos no renovables y no utilicen fertilizantes y plaguicidas sintéticos, promoviendo así la protección del medio ambiente y la salud humana.

Actualmente, López cuenta que “las plantaciones ya se han adaptado a la producción orgánica, a buscar su alimento sólo de la tierra”.

A su vez, remarca la alta aceptación de la yerba que, a través de la participación en ferias y eventos gastronómicos, ha llegado a todo el país, “nuestros consumidores destacan que la yerba tiene un gusto particular y que no produce acidez».

«Nosotros realizamos un seguimiento completo: desde que hacemos la cosecha, estamos con el camión, el secadero separa nuestra yerba de la producción convencional y se acondiciona en un galpón especial durante dos años hasta que está lista para envasar y consumir. Ese cuidado y dedicación es lo nos diferencia”, afirma López.

 

Producción orgánica, una herramienta de diferenciación

A través de la marca Ivú, la cooperativa CREO produce y comercializa su yerba mate pero también una serie de productos entre los que se destacan jugos naturales, azúcar rubio, mermeladas, te de rosella, tomate triturado y miel, entre otros.

El caso de CREO se inscribe en un proceso de consolidación de emprendimientos agroalimentarios que posicionan a Argentina entre los primeros productores orgánicos del mundo. Los datos de 2017, suministrados por SENASA y el área de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Agroindustria de la Nación, revelan la existencia de 1.157 operadores certificados, 204.000 hectáreas destinadas a la producción vegetal, 77.042 hectáreas cosechadas, más 176 mil toneladas exportadas y un mercado interno en pleno crecimiento.

En este sentido, ambas instituciones señalan que la producción orgánica se trata de un sistema productivo, diferenciado y sustentable, representando actualmente una alternativa posible, rentable y que agrega valor a los alimentos.