El trabajo fue realizado por la doctora Ángela María Suburo, de la Universidad Austral. Efectuó pruebas de laboratorio con cultivos líneas de células humanas y en ratones. Comprobó que los polifenoles de la yerba mate podrían ser muy útiles para enfrentar la Degeneración Macular Aguda Asociada con la Edad, una enfermedad cada vez más frecuente que ocasiona pérdida visual y lleva a la ceguera.
La poderosa capacidad antioxidante que posee la yerba mate podría convertirse en una excelente aliada al momento de prevenir o tratar a ciertas enfermedades que afectan la retina, como el caso de la Degeneración Macular Aguda Asociada con la Edad. De este modo se resume – a grandes rasgos- el trabajo que lleva adelante la doctora Ángela María Suburo, de la Universidad Austral e investigadora del CONICET.
“Las pruebas experimentales sugieren que la yerba tiene componentes que podrían aumentar la supervivencia de las células de la retina afectadas por esta enfermedad. Al momento son investigaciones experimentales en ratones y con células humanas en cultivo de tejidos”, explicó la profesional.
Estas conclusiones fueron presentadas en las “V Jornadas de Yerba Mate y Salud” organizadas por el INYM en Mendoza, en la Universidad Juan Agustín Maza. Bajo el título “Efecto protector cafeico, clorogénico y yerba mate sobre las lesiones de la retina por daño oxidativo”, el trabajo de la doctora Suburo aportó datos muy valiosos respecto a cómo enfrentar una enfermedad que se manifiesta de manera más evidente a partir de los 65 – 70 años, pero que comienza mucho antes.
Se sabe que esta enfermedad tiene entre sus principales causas el estrés oxidativo, que en la retina alcanza uno de los niveles más altos del organismo. Esto se debe a los efectos tóxicos de la luz y al altísimo costo energético de los procesos visuales, cuyos efectos se van acumulando con la edad, poniendo en riesgo la supervivencia de las células visuales. Aquí es donde la yerba mate podría desempeñar un papel preventivo, ya que contiene numerosos y potentes antioxidantes, como los polifenoles cafeico y clorogénico. “Esto es lo que demostramos en nuestros experimentos, que los polifenoles de la yerba protegían a las células en cultivo. Entonces, el siguiente paso fue comprobar si la yerba entera podía proteger a las mismas células, pero ya dentro de un organismo, en este caso un ratón”, detalló y explicó que “las células tienen una cantidad de moléculas que las protegen de la muerte y lo que hemos encontrado es que el consumo de yerba mate en ratones aumenta la cantidad de las proteínas “anti muerte” que fabrican las propias células”.
Entusiasmada con los resultados, la doctora Suburo sabe que aún resta camino por recorrer en este tipo de investigaciones, aunque espera que su aporte incentive la incorporación de antioxidantes por medio de la yerba mate. “El consumo de un antioxidante siempre va a ser beneficioso para esta enfermedad, que tiene un proceso muy largo y cuyos efectos se observan a partir de los 65-70 años, pero que es un problema que comienza mucho antes; por eso es bueno consumir antioxidantes y al mismo tiempo evitar el hábito de fumar porque el tabaco es uno de los principales causantes de esa enfermedad”, recomendó finalmente.