Bajo una lluvia torrencial en el St. Mary’s Stadium, Leicester fue una tormenta que arrasó a un Southampton que hizo agua por todos lados y que terminó sufriendo una derrota catastrófica.
El equipo que dirige Brendan Rodgers lo goleó 9-0 como visitante, confirmó su gran momento en la Premier League y por el momento, al menos hasta que este sábado juegue el Manchester City, es el único escolta del líder Liverpool.
El local no pudo ni siquiera intentar ponerse de rodillas y Leicester lo ajustició con una paliza a puro grito sagrado.
De esta manera, Leicester quedó a apenas un gol de su máximo triunfo histórico (10-0 al Portsmouth en 1928) y consiguió su mejor triunfo, tanto en la era Premier League como en condición de visitante.