El Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del Año 2021 que está siendo presentado por el Poder Ejecutivo ante el Congreso de la Nación determina, en el Artículo 18, que se asignan al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos, en virtud de lo establecido por el Artículo 31 de la Ley N° 26.331, un monto de $ 1.212.415.000, y para el Programa Nacional de Protección de los Bosques Nativos unos 25 millones de pesos. Sin embargo, estas cifras estipuladas corresponden a apenas al 4,8 por ciento de lo que debiera establecerse a la protección de nuestros bosques si se cumpliera la ley vigente.
La Ley N° 26.331 (comúnmente conocida como Ley de Bosques) es clara. En su artículo 31 prevé que el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos estará integrado por las partidas presupuestarias que no podrán ser inferiores al 0.3% del presupuesto nacional. Ese 0,3% para 2021 debiera ser de 25.184 millones de pesos, una cifra muy superior a los 1.212 millones estipulados en este proyecto. El Fondo también debiera recibir el 2% del total de las retenciones a las exportaciones de productos primarios y secundarios provenientes de la agricultura, ganadería y sector forestal, correspondientes al año anterior del ejercicio en consideración.
«Lo único que estamos pidiendo es que se cumpla la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos. Sin el adecuado estímulo financiero previsto por la Ley de Bosques las provincias se ven imposibilitadas de fortalecer, de manera apropiada, su capacidad de fiscalización, control y vigilancia. Por otro lado, los propietarios de áreas con bosques nativos no reciben estímulos para desarrollar el uso sustentable o compensaciones por las áreas que deben destinarse exclusivamente a la conservación” explica Manuel Jaramillo, director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.
La efectiva implementación de la Ley de Bosques Nativos constituye una herramienta indispensable dado que los bosques proveen servicios ecosistémicos al ser reguladores hídricos y reserva de carbono, entre otros, contribuyendo a la adaptación y mitigación del cambio climático. Además la plena aplicación de la Ley de Bosques contribuye para que Argentina honre sus compromisos internacionales asumidos como el Acuerdo de París (2015).
Los más de 50 millones de hectáreas de bosques nativos, declaradas por la sumatoria de las provincias argentinas en sus leyes de ordenamiento territorial de bosques nativos no pueden cuidarse con un presupuesto de 1.212 millones de pesos al año. En definitiva, estamos pensando que 25 pesos alcanzan para cuidar una hectárea de bosque un año completo (dos pesos por mes por hectárea).
Desde su implementación en 2009, la Ley de Bosques nunca pudo contar con su presupuesto completo, y recibió mucho menos del 10% del presupuesto que les correspondería en todo ese período.
«Lamentablemente este reclamo lo venimos repitiendo hace ya 10 años cada vez que se presenta el proyecto de presupuesto. Entre 2010 y 2020 los bosques recibieron 4.073 millones de pesos en vez de los 57.219 millones que le correspondía. Apenas el 7,11% de lo estipulado por la ley. El proyecto de Presupuesto 2021 mantiene y acentúa esta tendencia asignando apenas el 4,80% de los 25.100 millones de pesos que le correspondería. Es fundamental que el reclamo por nuestros bosques sea escuchado y que éstos puedan contar por primera vez con el presupuesto que la ley estipula. Lamentablemente el COVID-19 nos ha enseñado más que nunca que necesitamos un planeta sano para que nosotros podamos estar sanos también, sin embargo, nuestros bosques no reflejan en su presupuesto una situación de aprendizaje en este sentido», expresó Jaramillo.
Además de la necesidad presupuestaria, desde Vida Silvestre sostienen que se debe lograr que se incrementen y respeten las zonas rojas donde la tala de nuestros bosques nativos restantes está estrictamente prohibida, para cumplir la meta internacional de proteger el 17% de nuestros bosques que son fuente de biodiversidad y servicios ecosistémicos.