Con un incremento en las ventas de entre el 5 y el 10% respecto al año pasado, Argentina vivió una gran temporada de fuegos artificiales, impulsada por los productos amigables. Este aumento en el uso de este tipo de pirotecnia, incluso en las localidades en las que aún están (inconstitucionalmente) prohibidos, muestra claramente que la gente se cansó de las prohibiciones, se hartó de que le digan qué hacer y qué no hacer, y que en la práctica decide festejar libremente, sin interferencias absurdas, irracionales, técnica y científicamente incoherentes.
Por otra parte, ciudades como Carlos Paz, Monte Hermoso y Buenos Aires, en esta última en Puerto Madero, recibieron el 2025 con grandes espectáculos profesionales de fuegos artificiales como ocurre en las grandes urbes del mundo, como incentivo al turismo y para alegría de quienes los disfrutan y de las 60.000 personas que trabajan en Argentina gracias a esta industria.
Jurídicamente, ni disposiciones municipales ni una ley provincial pueden prohibir los Fuegos Artificiales, que son de venta libre a nivel nacional. La Justicia ha declarado inconstitucionales este tipo de ordenanzas en numerosos puntos del país y diversas ciudades modificaron recientemente sus ordenanzas para permitir los fuegos artificiales lumínicos y los productos de bajo impacto sonoro, restringiendo específicamente los de alto impacto sonoro alentando la elección de aquellos y recuperar la actividad legal y el empleo en esas localidades, tras comprobar que la prohibición total no funcionaba.
Los fuegos artificiales amigables, con productos de bajo impacto sonoro y productos lumínicos se han impuesto y elegido en el país, gracias a las campañas nacionales que realiza CAEFA junto a la representación sindical del sector, asociaciones de familiares de personas con autismo y entidades gubernamentales, acompañando y potenciando una tendencia mundial. Cabe destacar que la de este año fue la quinta campaña nacional de CAEFA.
Los incidentes, prácticamente desaparecieron gracias a las mejoras en la calidad de los productos, los exigentes controles de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), las campañas que abogan por su uso correcto y responsable, las instrucciones cada vez más claras en las etiquetas, la responsabilidad social empresaria y la conciencia de quienes los utilizan, afianzando la tendencia de los últimos años.
La Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales representa a todas las empresas de un sector conformado por PyMEs nacionales familiares, muchas con 100 años de trayectoria y gestionadas por la cuarta generación familiar.