- Por: Foro de Periodismo Argentino (Fopea).
El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) rechaza las críticas del presidente Alberto Fernández hacia la prensa, y considera que además de intimidatorias representan un claro peligro para los periodistas y un retroceso en la construcción democrática.
En el mediodía de este lunes, durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el Presidente dijo que muchos periodistas deben “advertir el daño que están haciendo”, que esconden intereses detrás de la “objetividad” y que montan “campañas” para presionar al Gobierno.
Fopea recuerda que los periodistas no son los medios ni sus empresas y que la estigmatización del periodismo por parte de las más altas autoridades del país es un mecanismo de limitación de la libertad de expresión y una práctica propia de gobernantes autoritarios. La voz hostil y descalificadora genera un efecto de intimidación sobre la expresión pública y puede tener una repercusión directa en la calle.
Uno de los elementos que sirven para medir una cultura democrática es el respeto al periodismo: a mayor descalificación de la tarea periodística, mayores son también las violaciones por parte de un gobierno del funcionamiento de las instituciones republicanas y sus instituciones de control. Esto no significa que se deba blindar a la prensa de las críticas ni mucho menos. En rigor, Fopea fomenta la autocrítica y la interpelación constante de los periodistas, pero esas expresiones jamás se deben convertir en agravios y descalificaciones. Además, cuando se las hace desde la cúspide del poder, representan un acto de censura.
En los últimos meses, el presidente Fernández tuvo diferentes expresiones desafortunadas donde descalifica a los profesionales del periodismo. Al mismo tiempo, si bien el Presidente tiene múltiples contactos con los periodistas, ha reducido al mínimo su participación en conferencias de prensa, lo que es un evidente retroceso en relación con los primeros meses de su gobierno.
El actual Presidente tiene la costumbre de acusar al periodismo de inventar escándalos, orquestar campañas y fomentar denuncias. Esto da la sensación de que tiene un diagnóstico equivocado sobre muchos de los acontecimientos que ocurren, y esta radiografía desacertada agrava esos problemas y persigue también la intención de gobernar alejado de la crítica. Fopea reitera una vez más que en una democracia, el rol del periodismo es insustituible. La libertad de expresión se fortalece con una mayor tolerancia, nunca con descalificaciones y agravios.