Así lo recomienda Gisela del Valle, licenciada en Nutrición matrícula 271, especialista en Nutrición Clínica y Deportiva, jefa de Nutrición y Dietoterapia del Sanatorio Camino y consultora nutricional en Forza Atlética Gym de Posadas, quien nos explica que en estos momentos tan complejo por el aislamiento, lo mejor es crear rutinas diarias para mantener hábitos saludables, prestar atención a la alimentación teniendo en cuenta que los requerimientos del organismo son otros dado el mayor sedentarismo, y a no descuidar la hidratación.
El aislamiento social obligatorio genera ansiedad, aburrimiento, y muchas veces eso se traduce en consumir más alimentos. ¿Cómo se puede combatir esto y qué nos recomienda?
Lo que debemos tener en cuenta es que a medida que los días van pasando se vuelve más tedioso, pero debemos entender que es la única forma de prevenir el coronavirus. Ahora bien, esto implica un cambio extremo en nuestros hábitos, muchas personas, como es mi caso, trabajando desde la casa y conviviendo con la familia, lo que no es tan fácil desde la práctica.
Ahora bien, no sólo la ansiedad, preocupación y estrés afectan a los que nos quedamos en casa, sino que también lo padecen quienes por diversos motivos deben salir y lidian con la preocupación constante de un contagio con covid-19, como el personal sanitario, de las fuerzas de seguridad, entre otros.
Ante este escenario, lo primero que aconsejo es crear rutinas, porque el cerebro responde muy bien a esto, y genera tanto estabilidad como control. ¿Qué significa esto? Que debemos armar un programa diario que abarque desde la hora de levantarse tanto para los adultos como para los niños, con la planificación de los horarios de las comidas, de la actividad física, de hacer tarea o trabajar, etc., y tratar de cumplirlo.
Esta forma de establecer una rutina no sólo evitará una mayor ansiedad, sino que además contribuye a reducir el estrés.
¿Qué alimentos recomienda consumir?
La inactividad física y la ansiedad pueden jugar una mala pasada con la alimentación… debemos tener en cuenta que lo más probable es que nuestros requerimientos nutricionales varíen un poco, porque al estar más tiempo en casa, nos moveremos menos. Estaremos más sedentarios.
Por eso fundamental, como dije anteriormente, que tanto niños como adultos mantengan un programa diario con horarios establecidos para cada comida.
En cuanto a la alimentación, debemos tratar en lo posible de mantener en nuestro hogar verduras y frutas de distintos colores, mejor si son frescas; contar además con cereales integrales, arroz y pastas integrales, avena, mantener alimentos con proteínas de alto valor biológico y de buena calidad como el pollo, el pescado, carne vacuna de cortes magros.
También recomiendo el consumo de huevos cocidos en distintas formas, así como legumbres como porotos, lentejas, garbanzos, lácteos descremados y quesos blandos, lo que ayuda a mantener una alimentación saludable, variada y completa.
Otro aspecto a cuidar es la hidratación, es importante consumir por lo menos dos litros de agua al día, dado que un gran porcentaje de nuestro cuerpo se compone de agua, y todas nuestras células y metabolismo funcionan con ella.
¿Qué tipo de alimentos debemos evitar?
Muchas veces sucede que se busca compensar la ansiedad ingiriendo distinto tipo de alimentos, para combatir este tipo de conductas lo que recomiendo es evitar tener en la casa productos que no sean saludables, como son los alimentos altamente procesados, alimentos con mucha azúcar, altos en grasas, harinas refinadas, porque justamente son estos los primeros que suelen atraer para compensar esa ansiedad.
Por otra parte, es recomendable en todo caso consumir moderadamente frutos secos de distinto tipo, que sirven para moderar un antojo, dado que al estar compuestos por grasas saludables ayudan a producir saciedad. El consumo de agua tibia o caliente como infusiones, también ayudan.
Otro elemento a tener en cuenta es ejercitar la respiración, inhalar profundamente y exhalar de forma lenta, y hacer esto por cinco minutos.
Y recordar que es fundamental tener establecidos horarios para las comidas principales y las colaciones, esto ayuda a reducir la ansiedad, dado que se sabrá a qué hora y qué se va a comer, evitando así las improvisaciones.