El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), recuerda que, como sucede cada año desde la vigencia de la Resolución 37/2007, durante los meses de octubre y noviembre rige la suspensión para las actividades de cosecha y secanza de yerba mate.
A partir del mes diciembre se habilitan nuevamente estas actividades, con el dato novedoso de que fue derogada por medio de la Resolución 150/18 la obligación de informar previamente al INYM el inicio de las tareas.
Cabe recordar que la suspensión de cosecha y secanza comenzó a instrumentarse con el objetivo de formalizar una situación que habitualmente se manifestaba durante los meses de octubre y noviembre. Históricamente durante este lapso el volumen de cosecha siempre fue mínimo, debido a que coincide con el ciclo natural de brotación de la planta de Ilex paraguariensis.
Al momento de emitir la normativa, el INYM tuvo en cuenta los siguientes aspectos técnicos que no está de más repasar.
Respecto a la planta: en condiciones normales de suelo, emite brotación abundante cuando se dan parámetros de temperatura, humedad ambiente y foto luminosidad. Estos tres aspectos se presentan a partir del mes de octubre y continúan hasta el mes de abril aproximadamente, con periodos de mayor o menor intensidad.
Esta etapa genera una actividad de movimiento de savia extraordinaria desde las raíces a los puntos de brotación, tornándose las ramas y hojas tiernas, en tejidos de abundante masa líquida que pueden ser destruidos fácilmente por acción de la las altas temperatura de los secaderos.
La eliminación de estas ramas y hojas tiernas, acarrean un perjuicio a la planta, desde el punto de vista fisiológico, al cortarse abruptamente el ciclo natural de gestación de nuevas hojas y ramas, que repercute en una irregular brotación a futuro y daños irreversibles en la estructura de la planta.
Desde el punto de vista financiero, lo que se extrae en forma incipiente es la futura cosecha de hojas del próximo año.
Respecto a la yerba mate canchada: la yerba mate canchada es un producto heterogéneo, compuesto por hojas, palos deshidratados y polvo, el cual debe tener parámetros de color, humedad, aroma y sabor adecuados.
La deshidratación en el secadero de hojas con distintos grados de maduración, provoca la aparición en la yerba canchada de tejidos quemados conocidos como “puntos negros”, que producen un desmejoramiento en la calidad del producto desde el punto de vista del color, sabor y aroma.
Desde el punto de vista financiero, el porcentaje de rendimiento de los secaderos (conversión de verde a seco), disminuye en forma notable al perderse como vapor, gran parte del material verde brotado.