En Cerro Romero, unas 40 familias reclaman tendido eléctrico, agua y caminos transitables

En Cerro Romero, Santo Pipó, viven unas 40 familias que construyeron una comunidad, en ese paraje reclaman servicios esenciales, dado que «enfrentan una precariedad alarmante al no tener energía eléctrica, agua potable, centro de salud ni caminos transitables; condiciones básicas para garantizar una vida digna y oportunidades de desarrollo», indicó el presidente del partido Tierra, Techo y Trabajo, Martín Sereno.

Sereno, junto al militante Eduardo Silveyra, visitó el paraje y compartió una reunión con las familias que le manifestaron su preocupación por esas carencias.

«Estas familias enfrentan una precariedad alarmante: sin luz, agua potable, caminos en condiciones y sin una sala de salud, que permitan una vida digna y oportunidades de desarrollo. Acompañamos sus reclamos que se suman a la deuda del Estado con las comunidades rurales en general», dijo el dirigente de TTT.
Consideró que este «abandono estatal y municipal pone en riesgo no sólo el bienestar de las familias, sino también su capacidad de crecer y producir. El acceso a derechos fundamentales no es una dádiva o un favor: es un deber que el Estado debe cumplir, y es un compromiso con la lucha de Cerro Romero».
Agregó que es importante que sus voces no queden en el silencio. «Vamos a luchar junto a ellos para construir un presente y un futuro más digno para todos y todas y un presente en mejores condiciones», expresó el dirigente provincial del Movimiento Evita.
Problemas de escolaridad 
Durante la reunión, Juan Suaque, que vive desde hace diez años en el lugar, explicó que «nunca llegó el tendido eléctrico de Energía de Misiones, y hacerlo en forma particular es muy costoso. La comunidad realizó gestiones ante el municipio; pero no obtuvo respuestas».
Al no haber alumbrado público, tampoco pueden tramitar una bajada para las viviendas. La línea llega hasta el camino principal y viven sólo a 400 metros de la ruta provincial 6. «No estamos monte adentro, así que tampoco es tan difícil que el Estado se ocupe si tuviera voluntad de hacer algo por su pueblo», cuestionó Juan.
«Trabajo con la modalidad de visitas domiciliarias o telefónicas, atiendo a gente de la colonia en sus casas, y a muchos que no pueden pagar la terapia, los atiendo gratis, o hacemos trueque, porque creo que la economía no puede ser una variable para la salud mental. Ahora estamos esperando que nos autoricen a usar el salón del paraje para dar apoyo escolar a los chicos», señaló el psicólogo y docente universitario.
En cuanto al suministro de agua, según indicaron, en el paraje se manejan con una perforación y un tanque de 5.000 litros que no da abasto.
«La provisión no es constante e influye la sequía y la falta de lluvia, la capacidad del tanque es insuficiente por la cantidad de vecinos que se radicaron en este cerro, sumado a que en la zona, el municipio entregó viviendas, sin prever la red de agua y al utilizar la poca que hay en el paraje resulta insuficiente para todos», relató.
También reclaman caminos que sean transitables, porque desde el municipio pusieron las toscas; «pero el trabajo está mal hecho, con tierra sin apisonar y cuando llueve se lava todo, y entrar con vehículo es muy complicado. Por estas carencias, es evidente el incumplimiento de los gobernantes con nosotros como ciudadanos, sin garantizarnos derechos fundamentales», remarcó.