El presidente del INAES recorrió cooperativas y convalidó capacitaciones para trabajadores de la economía popular

Durante dos días, el presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), Alexandre Roig mantuvo una apretada agenda junto al director de Promoción del organismo, Sebastián Díaz; el delegado provincial Jorge Páez y el diputado Martín Sereno (Tierra, Techo y Trabajo).

En el Ministerio de Acción Cooperativa, realizó una jornada de trabajo con la ministra Liliana Rodríguez, y representantes de 21 cooperativas -entre las que estuvo el Consejo de Administración de la Federación Misionera de Cooperativas de Agua Potable- quienes expresaron sus realidades, demandas y propuestas sobre la Economía Social, así como la facilitación de trámites por parte del Inaes.

La respuesta a estas demandas fue la disposición del organismo, y los alcances de programas y herramientas que están a disposición del sector cooperativo en la provincia.

Más tarde, la comitiva participó en el SUM del edificio «Juan Figueredo» de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. en un encuentro junto al flamante decano de esa casa de estudios, Cristian Garrido, y organizaciones sociales de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) como el Movimiento Evita, la CCC -con la presencia de la dirigente Graciela De Melo- y Somos Barrios de Pie, entre otras.

De esta manera, el Inaes convalidó las Capacitaciones en Fortalecimiento Institucional a Cooperativas de Trabajo de la provincia, destinado a la formación de trabajadores que desempeñan funciones institucionales, administrativas y contables, vitales para el desarrollo de las cooperativas de trabajo -e incluso otras asociaciones- en el marco de la Economía Social y Popular; actividad declarada de Interés Provincial a través de un proyecto del Bloque Legislativo Tierra, Techo y Trabajo.

Misiones tiene centralidad en el cooperativismo

En el Ministerio de Acción Cooperativa y ante un conjunto de cooperativistas, Roig sostuvo que desde el Inaes están siguiendo los procesos gremiales del sector y lo sostienen como un servicio público.

«Consideramos que nuestra gestión es buena o mala en función del crecimiento o no del sector. Si está en mejores condiciones significa que cumplimos el objetivo y en ese sentido tampoco nos ponemos una lógica normativa policial, sino la normativa para solucionar problemas. Por ejemplo, entre todos los directorios votamos mensualmente entre 500 y 600 matrículas, porque nuestra línea tiene que ver con garantizar derechos al trabajo y la producción organizados bajo forma cooperativa», enfatizó el funcionario nacional.

Admitió que mucho del entramado legal del sector es complejo; pero el objetivo es que las cooperativas funcionen. «No queremos sancionar a la entidad porque no cumplió con determinada cuestión, obviamente debe cumplir; pero la meta es ordenar y resolver y cuando no se puede, recomendamos volver a armar una cooperativa nueva. No hay que dudar en hacerlo», instó.

Roig ponderó a Misiones como una de las provincias cooperativas más grandes del país, con una mujer a cargo del Ministerio  Cooperativas. Este es un lugar donde el cooperativismo tiene centralidad en el dispositivo económico, social y político.

«Desde el inicio de la gestión decidimos estar en las provincias y buscamos crear directorios alternos del Inaes en distintos puntos del país que se vayan desplazando para que quede claro que el Inaes es un Instituto federal. Con ese mismo objetivo en cada jurisdicción articulamos con delegados que a su vez coordinen el trabajo con órganos locales de distintas formas para que el Inaes esté cerca de las problemáticas para resolverlas. Desde el inicio de nuestra gestión nos propusimos simplificar todos los trámites para alivianar a los cooperativistas», afirmó.


«La economía popular transforma la agenda política»

Antes de recorrer los diversos rubros productivos de la Cooperativa Textil Ñande Pó Misionera, presidida por Carla Pipke, el funcionario nacional estuvo en la Facultad de Humanidades, donde mantuvo una charla de ida y vuelta con los trabajadores de la economía popular.

Roig planteó que muchos políticos no comprenden de qué se trata la economía popular porque conforma un proceso que perturba la agenda política y económica del país. «Es potente y llegó para transformar, no es transitoria y resignifica que no todo el mundo tendrá empleo, y que además trabajo y empleo no son sinónimos.

El empleo es una forma particular de trabajo; pero este existe más allá del empleo, y son las organizaciones sociales las que identificaron que pueden existir millones de trabajadores que estén desempleados, y esto conecta con la tradición sindical. Primero fue la CTA, y hace muy poco tiempo la CGT quien abrió las puertas a la economía popular».

«Por eso queremos institucionalizar la economía popular para dotarla de herramientas para disputar el valor de ese trabajo, y para lograrlo debemos mantener la organización -por eso creamos la Utep- y la unidad, porque si estamos desunidos, menos fuerza tendremos», expuso.

Agregó que en la Argentina y en el mundo hay una crisis de representación política, y propuso una modificación de la lógica democrática de nuestro país, cuestionando a quienes creen que el Estado no sirve o hay que eliminarlo. «Eso es una falacia», dijo Roig.

«Cuando escuchen que alguien dice que no se puede estar en los dos lados del mostrador, como se suele argumentar, sepan que con esa afirmación se está obviando 2000 años de historia política. No hay un solo texto o conceptualidad donde se afirme que el Estado es un mostrador», insistió.

«El Estado debe convocar a sectores populares de la economía»

Roig graficó que el Estado es una institución donde hay relaciones sociales contradictorias y se establecen acuerdos en función del bien común, y a veces el Estado tiene la inteligencia de convocar actores que tienen un saber específico.

«Es como si en una comisión de investigación del Ministerio de Ciencia y Tecnología no se llame a un investigador, lo mismo pasa con la política. Si se convoca a los investigadores que se van a beneficiar con esa política, nadie dice que están de los dos lados del mostrador. Sin embargo cuando se trata de los sectores populares cuestionan eso que es política e intelectualmente inadmisible porque el Estado no es un mostrador, y las organizaciones populares saben que el Estado debe convocarlos como hace con las Pymes, las mesas de enlace, etc», manifestó.

Planteó que hay una crisis de representación, y criticó la actitud de políticos que hablan en nombre de la economía popular o de los sectores populares y no tienen ningún anclaje territorial.

«En Misiones, ustedes tienen el caso de Martín Sereno, un político que habla sobre el tema y tiene trabajo territorial con los sectores populares y sabe de lo que está hablando. Lo que necesitamos son políticos que expresen las problemáticas; pero sabiendo de lo que hablan, que conozcan, que formen parte de quienes dicen representar. Después podemos disentir a qué coalición política pertenecen; pero que tengan ese conocimiento en territorio ya es un montón», manifestó.

Recuperar el cooperativismo y mutualismo en Humanidades

El decano de la Facultad de Humanidades de la UNaM, Cristian Garrido explicó que entre las cuestiones previstas para trabajar en los próximos años está el fortalecimiento de los temas vinculados al campo de la economía popular, social y solidaria.
Uno de los ejes centrales es la formación, la capacitación a las organizaciones sociales y con las que forman parte de este campo. «Tratamos de brindar aportes y herramientas que articulen con los saberes de las organizaciones; conjugar un espacio horizontal con diálogo y sentidos que son propios de ellas y con los de nuestra Facultad».
Garrido destacó que desde que asumió, trabaja en la posibilidad de un proyecto de capacitación de gestión contable y administrativa, así como financiera y de márketing orientado a las cooperativas de trabajo. A partir de estas capacitaciones que se harán en distintos puntos de la provincia, podrán ver cómo están trabajando y hacer aportes teóricos y conceptuales.
Las Capacitaciones de Fortalecimiento Institucional cuenta con el acompañamiento del Inaes y del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación y la colaboración de organizaciones sociales de la provincia, la Facultad aportará los docentes de carreras de Trabajo Social y Ciencias Económicas, y con la coordinación del director de Ciencias Económicas, Jorge Aníbal Sena se está organizando el cronograma de los cursos para que se puedan cursar en simultáneo en distintos puntos. Son tres módulos, y se trabajará en forma rotativa y los módulos rotarán entre las zonas durante un periodo de 12 meses, hasta abarcar toda la provincia.

«Desde hace varios años discutimos en el marco de las actividades de la Red Universitaria de Economía Social y Solidaria sobre la necesidad de recuperar en nuestra Facultad el cooperativismo y el mutualismo. Es una deuda pendiente y tenemos la posibilidad de volver a las propuestas vinculadas al cooperativismo. Sobre todo porque Misiones está fuertemente sustentada por las cooperativas y tiene una historia vinculada con el cooperativismo, de hecho existía la carrera y fue eliminada durante la dictadura militar», lamentó el decano Garrido.

En la Zona Norte reunión con más de 40 cooperativas

El segundo día de su estadía, el titular del Inaes estuvo en la Cooperativa de Agua, Energía y otros Servicios Comunitarios de Dos de Mayo, y en el Centro Unisol Salud que maneja cooperativamente servicios de salud.

Luego se reunió con el intendente José Garay (FR), e integrantes de la Federación de Cooperativas Eléctricas de Misiones (Fecem) donde plantearon posibilidades de generar financiamiento para realizar inversiones en generación de electricidad.

Después viajó a Andresito, donde Roig con su equipo recorrió la Cooperativa de Productos Regionales Cabure-í y visitó una feria donde expusieron los trabajos que desarrollan varios espacios productivos de distintos municipios, y además mantuvo un encuentro con más de 40 asociaciones y unidades de trabajo de San Pedro, Libertad, Puerto Esperanza, San Antonio, Pozo Azul, Eldorado, Mado, Bernardo de Irigoyen, Piray, y Puerto Iguazú, entre otras, varias de ellas están con sus matrículas en trámites en espera de ser habilitadas formalmente.