El Parque Ecológico El Puma de Candelaria, que depende del Ministerio de Ecología, se encuentra en un proceso de revalorización. Hay obras en marcha dentro del predio cercano al arroyo Garupá y un proyecto que apunta a dotarle de mayor infraestructura.
Desde el inicio de la pandemia, la institución cerró sus puertas al público. Pero el trabajo continuó adentro, con un plantel de profesionales y guardaparques que tienen como objetivo la preservación de la fauna autóctona.
El Puma es un centro de rehabilitación de animales silvestres. Los ejemplares llegan allí heridos por haber sido atropellados por vehículos, por haber sido sometidos al mascotismo o por quemaduras sufridas en incendios forestales (hubo muchos casos en los dos últimos años). Además hay situaciones en las que llegan lesionados por ataques de seres humanos o también por perros.
A estos casos hay que sumarles aquellos que son rescatados tras haber sido hallados en zonas residenciales, de esparcimiento o de producción.
La misión fundamental del equipo profesional de la institución es rehabilitarlos. A los que están en condiciones, se los libera a su hábitat en un tiempo relativamente corto. Pero hay casos en que por lesiones severas que presentan o sus secuelas o porque no vuelven a retomar sus hábitos originales, quedan alojados en el predio.
Por lo general, aquellas especies que habían sido mascotizadas son entregadas de manera voluntaria al Parque. En la mayoría de los casos, como no se trata de mascotas, terminan mordiendo o arañando a quienes los tienen cautivos, motivo por el cual lo entregan.
Hay casos en los que la rehabilitación se da con mayor rapidez. Sin embargo, los especialistas se han encontrado con situaciones en las que el proceso puede llevar meses y hasta años, porque al ejemplar le cuesta volver a ser un animal silvestre: debe reaprender a comer solo, a cazar, a esconderse, a buscar refugio y a convivir con sus pares.
El plantel trabaja en articulación con las demás dependencias de Ecología (Fauna, Biodiversidad, Áreas Naturales Protegidas, Educación Ambiental), con el Centro Güirá Oga de Puerto Iguazú, con la Fundación Teamikén, con las universidades nacionales, con municipios y con las fuerzas de seguridad (provincial y nacional).
Desde el Parque, se remarcan tres cuestiones clave: respetar las velocidades establecidas para el tránsito en las áreas naturales protegidas, no tener animales silvestres como mascotas y evitar la quema que puede afectar de manera letal el hábitat de distintas especies.