En Misiones existen una gran cantidad de Espacios de Primera Infancia (EPI) y centros de apoyo educativos que brindan contención a niños en barrios populares. «El Movimiento Evita y el partido Tierra, Techo y Trabajo sostienen unos 200 en toda la provincia, y en ellos trabajan cerca de 400 personas con mucho compromiso», afirman desde TTT.
Esta tarea fue declarada de Interés Provincial -en la sesión del jueves- por la Cámara de Diputados, que también votó su beneplácito, a través de un proyecto de Martín Sereno, titular del Bloque Legislativo del mencionado partido.
El diputado destacó en el recinto, que estos espacios fueron visitados semanas atrás, por la responsable nacional de Experiencias de Educación Cooperativa y Comunitaria del Ministerio de Educación, y consideró que son fundamentales porque en ellos se contiene, socializa, educa, cuida y se brinda afecto a niños de entre 45 días y 4 años.
Funcionan más de uno por municipio, son gratuitos y brindan la posibilidad a madres y padres de trabajar o realizar otras actividades porque saben que sus hijos estarán bien cuidados, y permiten además que cuando lleguen al nivel primario tengan una preparación.
«Sabemos que en las localidades hay guarderías, pero suelen ser particulares y muchas veces no pueden costearse, porque para los padres y madres, pagarlas equivale el costo de lo que ganan en un día de changas», explicó Sereno.
«La educación transforma realidades»
En el marco de una visita oficial a Misiones, la directora de Experiencias de Educación Cooperativa y Comunitaria del Ministerio de Educación de la Nación, Natalia Peluso, recorrió junto a Natalia Corral, diferentes EPI, centros y espacios de terminalidad educativa y alfabetización para jóvenes y adultos coordinados por el Movimiento Evita.
En la oportunidad, se reunió con las educadoras comunitarias de la Zona Sur, proponiendo estrategias que acompañen las trayectorias educativas de chicos de barrios populares, poner en valor y fortalecer las experiencias de educación que surgen muchas veces ante la tardanza del Estado en llegar a algunos lugares del país, especialmente en el Nivel Inicial al que hay que garantizar la cobertura plena, explicaron tras el encuentro.
La funcionaria valoró las acciones de la comunidad, «tratamos de ordenar ese mundo que a nivel nacional es muy grande, y pensar formas para caminar hacia la institucionalización de esas experiencias territoriales», dijo.
Reconoció que en muchas provincias del país -Misiones es una de ellas- hay más espacios comunitarios que oficiales para la primera infancia. «Los jardines están lejos de garantizar la cobertura total de la matrícula, y en la mayoría de las provincias los EPI se organizan comunitariamente, y en algunos casos son acompañadas por el Ministerio de Desarrollo Social», subrayó.
Por eso -manifestó- es importante fortalecer esos espacios y considerar que la educación es un derecho, y tengan o no docentes trabajando en los lugares, deben formarse pedagógicamente para garantizar ese derecho que es constitutiva de los sujetos, y consideró importante tener esa mirada.
«El Estado nacional valora la educación comunitaria»
En ese sentido, desde el organismo que dirige la pedagoga, buscan acompañar en la formación de todas las educadoras comunitarias para que sigan estudiando, y para que los contenidos que enseñan a niños tengan un valor y reconocimiento del Estado.
«Desde el Instituto Nacional de Formación Docente, tenemos capacitaciones virtuales y presenciales también para educadores comunitarios. En la recorrida por Misiones vimos mucha organización en los espacios educativos donde nuestras compañeras y compañeros planifican, preparan materiales, se forman y elevan el compromiso pedagógico en favor de las infancias», valoró.
Peluso también estuvo en el barrio Lapachitos, donde a través de la Secretaría de Integración Socio Urbana se instalará el punto tecnológico con aulas para capacitación y talleres, y se podrán realizar trámites institucionales.
Sostuvo que como en todo el país, después de la pandemia, hay un desafío en la educación y es que todos los chicos que perdieron la continuidad pedagógica, o que en sus aprendizajes están muy lejos de alcanzar los objetivos, «y siempre encuentran espacios comunitarios donde complementar su trayectoria educativa: merenderos, algún EPI; centros de apoyo escolar o escuelitas populares que los ayudas, y ahí debe estar la presencia del Estado», afirmó.
La funcionaria valoró las acciones de la comunidad, «tratamos de ordenar ese mundo que a nivel nacional es muy grande, y pensar formas para caminar hacia la institucionalización de esas experiencias territoriales», dijo.
Reconoció que en muchas provincias del país -Misiones es una de ellas- hay más espacios comunitarios que oficiales para la primera infancia. «Los jardines están lejos de garantizar la cobertura total de la matrícula, y en la mayoría de las provincias los EPI se organizan comunitariamente, y en algunos casos son acompañadas por el Ministerio de Desarrollo Social», subrayó.
Por eso -manifestó- es importante fortalecer esos espacios y considerar que la educación es un derecho, y tengan o no docentes trabajando en los lugares, deben formarse pedagógicamente para garantizar ese derecho que es constitutiva de los sujetos, y consideró importante tener esa mirada.
«El Estado nacional valora la educación comunitaria»
En ese sentido, desde el organismo que dirige la pedagoga, buscan acompañar en la formación de todas las educadoras comunitarias para que sigan estudiando, y para que los contenidos que enseñan a niños tengan un valor y reconocimiento del Estado.
«Desde el Instituto Nacional de Formación Docente, tenemos capacitaciones virtuales y presenciales también para educadores comunitarios. En la recorrida por Misiones vimos mucha organización en los espacios educativos donde nuestras compañeras y compañeros planifican, preparan materiales, se forman y elevan el compromiso pedagógico en favor de las infancias», valoró.
Peluso también estuvo en el barrio Lapachitos, donde a través de la Secretaría de Integración Socio Urbana se instalará el punto tecnológico con aulas para capacitación y talleres, y se podrán realizar trámites institucionales.
Sostuvo que como en todo el país, después de la pandemia, hay un desafío en la educación y es que todos los chicos que perdieron la continuidad pedagógica, o que en sus aprendizajes están muy lejos de alcanzar los objetivos, «y siempre encuentran espacios comunitarios donde complementar su trayectoria educativa: merenderos, algún EPI; centros de apoyo escolar o escuelitas populares que los ayudas, y ahí debe estar la presencia del Estado», afirmó.
Respuestas de la comunidad organizada
El diputado Sereno recordó que durante la pandemia, 15 mil chicos abandonaron la escuela y la provincia logró que 12 mil retomen las clases; pero faltan 3000 que no pudieron volver a integrarse totalmente al sistema escolar.
«Esto demuestra que no alcanza sólo con la escuela y hay que seguir generando espacios comunitarios a través de las organizaciones populares. Estos nacieron -quizás antes que en el Estado- espontáneamente en diferentes lugares y dan respuestas a través de la comunidad organizada a necesidades de nuestro pueblo. Es una tarea
noble, importante y necesaria», definió el legislador.
Aseveró que de los casi 200 EPI que sostiene el Evita, menos de diez cuentan con financiamiento nacional; el resto están a cargo de la misma comunidad, «por eso el Estado municipal, provincial y nacional debe acompañarlos», señaló.