“Queridos alumnos: Esta es la bandera que creó Manuel Belgrano en los albores de nuestra libertad, simboliza a la República Argentina, nuestra Patria; convoca al ejercicio de nuestros deberes y nuestros derechos, a respetar las leyes y las instituciones; es la expresión de nuestra historia, forjada con la esperanza y el esfuerzo de millones de hombres y mujeres, los que nacieron en nuestra tierra y los que vinieron a poblarla al amparo de nuestra bandera y nuestra Constitución; simboliza nuestro presente, en el que día a día debemos construir la democracia que nos ennoblece y conquistar el conocimiento que nos libera y nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de las próximas generaciones de argentinos. Alumnos, queridos alumnos: ¿Prometen defenderla…respetarla y amarla con fraterna tolerancia y respeto, estudiando con firme voluntad, comprometiéndose a ser ciudadanos libres y justos, aceptando solidariamente sus diferencias a todos los que pueblan nuestro suelo y transmitiendo en todos y cada uno de sus actos, sus valores permanentes e irrenunciables?”
Ese fue el texto oficial pronunciado por el gobernador Hugo Passalacqua en el momento de la toma de Promesa de Lealtad a la enseña patria a alumnos de cuarto grado, durante el acto por el 198 aniversario del paso a la inmortalidad del General Manuel Belgrano y Día de la Bandera celebrado en la antigua capital misionera, Candelaria.
“Sí prometo” fue el emocionante correlato de este ritual que se repite cada año en la localidad provincial donde, según sostiene la historia, descansó el abogado devenido en “militar” en nombre de la Libertad, debajo de un ejemplar de sarandí, a la orilla del río Paraná, en su pasaje hacia el Paraguay, adonde se dirigía para informar sobre la Revolución que había tenido lugar en Buenos Aires.
Como cada año, la cúpula de las autoridades de todos los órdenes, acompañaron al gobernador Passalacqua en esta ceremonia que congregó desde muy temprano a gran parte de la población que recorrió en las horas previas la muestra sobre las hazañas del héroe nacional, luego un concurso de la comida típica misionera -el reviro- y finalmente se dispuso a ambos lados de la avenida principal para asistir al acto y desfile en honor al creador de la bandera nacional.
Los festejos oficiales comenzaron con la bienvenida al mandatario provincial por parte del intendente Daniel Luna, un homenaje a la bandera de guerra y el descubrimiento de una placa que sirvió de inauguración de la plazoleta del mástil, donde desde ahora se enarbolarán las banderas nacional, de Misiones y por primera vez, la bandera de Candelaria.
Ya durante el acto protocolar y antes de la promesa de lealtad de los alumnos de escuelas primarias, el ministro de Gobierno de la Provincia, Marcelo Pérez fue el encargado de tomar el Juramento de Lealtad al pabellón nacional a los cadetes de los institutos de formación policial, momento largamente esperado por los integrantes de todas las familias de los integrantes de estos cuadros que se forman para sumar su aporte en la defensa de la seguridad y tranquilidad de toda la población.
La ministra de Educación, Ivonne Aquino y el intendente Luna a su tiempo en el uso de la palabra, coincidieron en destacar los valores que guiaron la gesta belgraniana como trascendentales para todos en tiempos como estos, donde se hace necesario poner en lo más alto ideales tales como libertad, confraternidad, solidaridad, humildad y entrega.
Un emotivo instante se vivió cuando tres niñas de una escuela primaria local recitaron ante los presentes el poema “Manuel Belgrano, un superhéroe” que en su letra reseñaba parte de la historia de Manuel Belgrano. Recibieron a su término, las felicitaciones del gobernador Passalacqua.
Ya cerca del mediodía de este luminoso miércoles Día de la Bandera, comenzó el desfile cívico militar, con la presencia de alumnos de escuelas primarias, secundarias y especiales, además de comitivas de agrupaciones folclóricas, tradicionalistas, de la sociedad civil y el cierre con toda la tropa militar de las distintas fuerzas con base en la provincia.
Una vez más, la recreación de los hechos y rituales históricos fueron puestos en escena, para renovar el espíritu patriótico y reforzar los vínculos de una población que opta por la paz y el trabajo cotidiano como forma de rendir culto a los valores heredados de nuestros héroes.