Especialistas del Servicio de Gastroenterología del Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga, informan a la comunidad sobre esta patología que afecta al intestino delgado, caracterizada por una permanente intolerancia al gluten.
La celiaquía es condición genética que hace a la persona susceptible a ciertas harinas como trigo, avena, centeno y cebada, ocasionando un daño en el epitelio del intestino delgado.
Desde el Servicio de Gastroenterología del Hospital Escuela informaron sobre el rol del intestino delgado. El mismo tiene la función de ser el lugar del tubo digestivo donde se produce la absorción de los nutrientes, por lo que al ocurrir una enteropatía con atrofia vellositaria, se dificulta la absorción de vitaminas, proteínas, oligoelementos (hierro, zinc, calcio, magnesio, manganeso, aminoácidos, hidratos de carbono, grasas, entre otros) y el cuerpo va quedando con un déficit de esos nutrientes.
¿Cuáles son los síntomas de la celiaquía?
Los síntomas de la enfermedad celíaca son variados y si el médico no tiene la sospecha, es posible el retraso del diagnóstico. Se trata de una enfermedad de todo el cuerpo. Al afectar la nutrición, la patología puede manifestarse de múltiples maneras, tanto a nivel digestivo como extradigestivo.
Síntomas digestivos: diarrea persistente, constipación, dolor abdominal, distensión abdominal (gases), pérdida de peso
Síntomas extradigestivos: anemia, osteoporosis, osteopenia, pérdida de embarazos, esterilidad, menopausia precoz, primera menstruación tardía, trastornos de la conducta, problemas de crecimiento, alteraciones del esmalte dentario, epilepsia, dermatitis, entre otros.
En este contexto, resaltaron que el índice de sospecha es fundamental. Los diferentes especialistas (traumatólogo, endocrinólogo, hematólogo, pediatra, psicopedagogo, dentista) pueden tener la sospecha de enfermedad celíaca, y en base a ello pueden derivar al paciente al gastroenterólogo para un diagnóstico precoz. El gastroenterólogo, ante la sospecha de celiaquía, luego de la entrevista solicitará al paciente, primero, un análisis de sangre y luego, un estudio de colonoscopía, con lo que llegará al diagnóstico preciso.