Desde el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga insistieron en evitar la automedicación y promueven la difusión de información para prevenir alergias que durante la primavera y el otoño se incrementan, así como también recomendaron consultar al médico para iniciar tratamientos.
En este contexto, la neumonóloga del Hospital Escuela, Dra. Susana Azcona (M03537), explicó de qué se tratan las alergias: “son manifestaciones del aparato respiratorio ante la intolerancia de una sustancia determinada, como el polvo, el polen o el pelo de ciertos animales”.
En cuanto la prevalencia y edades en las que suelen presentarse, la profesional, sostuvo que “las alergias son muy comunes y pueden aparecer a cualquier edad. El cuerpo actúa contra una sustancia determinada, el alérgeno”.
“Los síntomas pueden ser episodios de tos o sibilancia al respirar que empeoran con un virus respiratorio como un resfriado o influenza”, agregó.
Otros síntomas que mencionó la profesional, son estornudos; goteo de la nariz; ojos rojos, llorosos o con picazón; congestión nasal; picazón en la nariz, el paladar o la garganta; goteo nasal posterior; tos; dolor y presión facial.
En tanto que, aseveró “la alergia respiratoria como la rinoconjuntivitis puede ser estacional, incrementándose en otoño y primavera, generalmente producida por alergia al polen o perenne (por ácaros y animales domésticos entre otros agentes, las rinitis de causa alérgica puede complicar o solapar con un proceso afectando senos paranasales (rinosinusitis)”.
Sobre las medidas de prevención a tener en cuenta, la Dra. Susana Azcona, indicó “se recomienda usar anteojos de sol para evitar molestias en los ojos; si vas en auto, viajar con las ventanillas cerradas; usar aspiradora en vez de barrer; sacar de la habitación cosas que acumulen polvo como alfombras, cortinas de tela y edredones; mantener limpios y en buen estado los filtros de aire acondicionado, evitando que alérgenos del exterior entren al hogar o al área de trabajo”.
Asimismo, agregó “se aconseja no estar al aire libre en horas de mayor polinización (media mañana y al caer la noche) o cuando hay viento. Si se tiene alergia al polvo doméstico (ácaros) se debe prestar especial atención a la habitación donde se duerme y descansa, utilizando almohadas con fundas antialérgicas que minimizan la entrada de polvo (y por consiguiente ácaros)”.
Continuando con el tema de las habitaciones y el polvo, afirmó “es conveniente lavar frecuentemente acolchados y cortinados con agua caliente. Evitar acumular libros en la habitación. Cuando se realice la limpieza de pisos, usar un trapo húmedo en vez de barrer. De esta forma se atraparán ácaros evitando suspenderlos en el aire”.
También, la neumonóloga se refirió a las alergias al moho (hongos) “en estos casos es fundamental limpiar regularmente las áreas que concentran altos niveles de humedad, como sótanos, baños y cocinas”.
Al tiempo que, hizo hincapié en los animales domésticos, “si son la fuente de la alergia, se recomienda mantenerlos fuera de las habitaciones, lavar las ropas que se vistieron cuando se estuvo en contacto con ellos y lavarse las manos luego de tocarlos».
Finalmente, indicó que “el tratamiento es la evitación de sustancias alergénicas y consultar al médico para un tratamiento farmacológico, que son los antialérgicos en distintas presentaciones cómo corticoides, tópicos nasales descongestivos y otros. Lo importante es no automedicarse”.