El ex jugador de River anotó el tanto de la victoria para el conjunto brasileño en el duelo de ida. Luego se fue expulsado por una plancha. Se define en 7 días.
Una vez más, el River de Marcelo Gallardo tendrá que remontar una serie eliminatoria de la Copa Libertadores en Brasil tras perder en el partido de ida de los cuartos de final por 1-0 ante el Atlético Mineiro en el Estadio Monumental, donde la visita se impuso por el gol de Ignacio Martín Fernández, de reciente paso por el Millonario.
La revancha para conocer al semifinalista del certamen internacional será el próximo miércoles 18 de agosto en el Estadio Mineirao, de Belo Horizonte, a las 21.30. El ganador de la llave enfrentará al vencedor del choque entre San Pablo y Palmeiras.
El partido representó lo que ambos significan en la competencia del torneo más importante de América. Jugaron de igual a igual, estuvieron a la altura de la instancia y cada uno se ocupó de patentar sus argumentos futbolísticos dentro del campo para terminar de sacar ventajas en los detalles.
River se mostró multifacético. Durante el primer tiempo fue protagonista y, pese a que la visita no se bajó nunca de la pelea, sufrió solo algunas aproximaciones de su rival. Sin embargo, en el complemento mermó, el equipo de Cuca lo aprovechó y se terminó quedando con el triunfo.
El concierto de llegadas para el Millonario comenzó al minuto siete, cuando concretó un remate de Carrascal, desequilibrante hasta allí, que pasó a un metro del palo derecho del arquero. Mientras, el Mineiro también buscó. El que más participación tuvo fue su capitán y goleador, Nacho Fernández, pero sus dos veces en el área antes de los 5 fueron con dos remates fallidos.
A los 23, Angileri se mandó por el carril del medio, trasladó hacia su perfil y sacó un zurdazo que se estrelló en el palo. Esta fue una prueba de la moderada superioridad del local. Y de que el lateral fue uno de los más destacados, ya que a los 31 volvió a darle a La Banda otra nueva jugada clara: Desbordó, tiró el centro para el cabezazo de Romero y la pelota terminó en las manos del golero.
El segundo tiempo fue de alto voltaje. Atlético Mineiro empezó mejor y arrinconó a River, que al principio se sostuvo gracias a Armani, pero que luego, a los 13, ya no resistió y sufrió el primer golpe bajo. Que dolió aún más, porque el que pegó fue nada menos que Nacho Fernández, un viejo amigo de la casa.
«Cerebro» gestionó y materializó el gol de los brasileños. Controló en la zona central de tres cuartos de cancha, abrió hacia la derecha con Vargas, éste tiró el centro para Hulk y el brasileño, con un sutil toque de cabeza, se la bajó a Nacho para que el zurdo la clave al rincón del palo más lejano del dueño de los tres palos de River.
Desde allí, quedó fuera de contexto el elenco del Muñeco. Sólo encontró algunos méritos para igualar -un remate de Romero que atajó Everson- y muchas fallas en la elaboración final. Suárez ingresó luego, pero no estuvo fino, al igual que Paradela, o Girotti, que entró por Zuculini para reforzar el ataque.
Tampoco pudo River aprovechar ese hombre de más que le brindó la expulsión directa de Nacho Fernández, el autor del gol, por un planchazo a Angileri que anterior a la revisión del VAR había sido solo amarilla.
La victoria del primer chico se la quedó Mineiro. Con justicia, porque su buen rendimiento en la segunda parte del encuentro lo dejó, en líneas generales, un escalón por encima del conjunto argentino, que otra vez tendrá que remontar la historia en Brasil, como en 2015, 2018 y la edición 2020.