Dos cooperativas de los rubros textil y agropecuario recibieron del Ministerio de Acción Cooperativa, Mutual, Comercio e Integración -a cargo de Karina Aguirre- las matrículas que les permite ofrecer sus productos y servicios en un marco de formalidad comercial incorporadas a la economía social.
Se trata de las Cooperativas Textil Ñandutí Costura Limitada, y de Trabajo y Producción Agrícola Siembra, Brote y Cosecha Limitada, ambas de Jardín América.
«Ñandutí» se inició hace tres años con diez mujeres que, con aportes de cada una, se compraron una máquina y comenzaron a confeccionar sábanas, vestidos, almohadones y cortinas, entre otras prendas. Después, a través del Programa Potenciar Trabajo recibieron una máquina comercial aumentaron la producción, y mejoraron sus ingresos. Ahora son un grupo de 20 personas, y están felices de haber recibido la matrícula.
«Nos falta tener nuestro propio local para vender mejor. Por ahora lo hacemos por encargos y por internet. Nuestra alegría es por el crecimiento, antes no teníamos trabajo», expresó Marcela Romero, cooperativista de Ñandutí, presidida por Miguel Ramos Godoy.
Otra de las integrantes cuenta que trabajan juntas en el proyecto textil desde el Movimiento Evita que nos unió comunitariamente. «Tenemos otros proyectos cómo hacer ropa interior y para niños que con las máquinas nuevas nos ayudará para avanzar un poco más; así como el dictado de cursos, talleres, enseñanzas de oficios, desfiles y presentaciones», indicó Valeria Alves.
Fortalecer la economía de las familias
El presidente de la Cooperativa Brote, Siembra y Cosecha, Fernando Guzmán, comenzó con un grupo produciendo alimentos informalmente desde hace cinco años, como parte de los trabajadores de la economía popular. A partir de este salto institucional de formalización, podrán tener más herramientas para la producción y comercialización en un modelo de cooperativas de inclusión, que se lanzó desde el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).
En la tarea hay un promedio de 70 familias produciendo alimentos, que al principio les costó vender informalmente; pero considera que a partir de la habilitación de la cooperativa podrán aumentar y mejorar la calidad de producción y ventas.
«Nos juntamos con unos vecinos porque sabemos que en Jardín América el trabajo no abunda, y empezamos a pensar cómo resolver el problema laboral, y surgió la posibilidad de plantar, primero en lugares chicos hasta que conseguimos en comodato un espacio de siete hectáreas; aumentamos nuestras plantaciones, y gracias a la colaboración del diputado Martín Sereno (Bloque Tierra, Techo y Trabajo) logramos armar Brote, Siembra y Cosecha».
Esta cooperativa busca fortalecer el ingreso de las familias, conformada en su mayoría por mujeres que trabajan con mucho compromiso. «En un momento planteamos al Municipio la cesión de un espacio para una feria, pero no se dio por la pandemia; pero ahora vamos a insistir porque es bueno tener un lugar de venta para nuestros productos agroecológicos. Ojalá en cada localidad donde existan cooperativas como las nuestras tengamos un lugar permanente para las ventas», reclamó Guzmán.Producción para mejorar los ingresos
La tesorera de la Cooperativa Agroecológica de Jardín, Ursulina Vera, está muy entusiasmada al contar con la matrícula, cuyo puntapié fueron huertas comunitarias con un grupo integrado por mujeres. Primero eran diez que después fueron 20 y ahora son más de 70, que con la producción vieron mejorados sus ingresos.
«Plantamos lechugas, zanahorias, repollos, acelgas, cebollas, remolachas, todo lo que es verdura de ciclo corto. Vendemos a los vecinos y vecinas, y suele venir gente de otros lugares. Confiamos en seguir creciendo, a medida que vendemos, invertimos, y también guardamos un fondo por si aparece alguna urgencia y tenemos que ayudar a alguna compañera», cuenta Ursulina.
«Las huertas nos mejoró el ingreso, y la calidad de nuestra alimentación porque consumimos lo que plantamos. Todos y todas somos compañeras con familias humildes, nos ayudamos, compartimos. Ahora nuestra inquietud más grande es el espacio para la venta, una feria porque tenemos producción de sobra. Estaría bueno que la Municipalidad nos brinde un espacio para vender», resaltó.
«Antes dependía de otros, ahora de mi trabajo»
La trabajadora de 57 años coincidió con sus otras compañeras en su agradecimiento al Movimiento Evita a la que pertenece, liderada por el diputado Sereno, y al referente local, Fernando Guzmán, quienes les dieron la posibilidad de contar con un trabajo que implica una gran responsabilidad.
«Siempre vamos a agradecer porque antes no teníamos trabajo ni ingresos diarios, y en mi caso dependía de la ayuda de mi hijo para subsistir, y ahora dependo de mí y eso me da una enorme tranquilidad», manifestó.
Invitó a otras mujeres que quizás no saben cómo hacer para trabajar y generarse un ingreso que se animen a unirse en un proyecto laboral. «Les aseguro que se van a sentir más contentas, y si son de Jardín, que se acerquen a nuestra cooperativa porque estoy convencida que entre todas podremos salir adelante», sugirió Ursulina.