Comunidades Mbya Guaraní preservan semillas de maíz como patrimonio cultural y alimentario

El resguardo de las semillas de maíz es una práctica ancestral de las comunidades Mbya Guaraní, estrechamente vinculada a su cosmovisión y conocimientos sobre la tierra. Este proceso, que combina cuidado y respeto, asegura la conservación de variedades locales fértiles y adaptadas a los cambios climáticos. Las semillas son seleccionadas de plantas resistentes y productivas. Posteriormente, se aplican técnicas tradicionales de recolección, secado y almacenamiento. Estos procedimientos, llevados a cabo por hombres y mujeres guardianes de las semillas, permiten preservar su calidad durante generaciones. Las semillas se almacenan en espacios frescos y secos, protegidas de la humedad, frecuentemente ubicados cerca de fogatas o cocinas, para garantizar su uso en futuras siembras.

Además de ser una actividad productiva, este resguardo representa una estrategia para proteger la herencia cultural y la soberanía alimentaria de los pueblos originarios. La iniciativa se desarrolla bajo la Dirección de Producción y Hábitat de la Subsecretaría de Desarrollo Territorial de Agricultura Familiar, liderada por Gabino Duarte, director y miembro de la Comunidad Guaraní Kurupayty, del municipio de Fracrán. El maíz también es intercambiado entre comunidades, lo que enriquece la biodiversidad y refuerza los vínculos culturales. Este acto, cargado de simbolismo, refleja la solidaridad y la colaboración entre los pueblos originarios, fortaleciendo su identidad y autonomía.