Obtuvo dictamen favorable conjunto de las comisiones de Educación y de Salud de la Cámara de Representantes una iniciativa para modificar la ley VI – 125. Fue a partir de diferentes iniciativas presentadas por los diputados Martín Cesino, Rita Núñez y Héctor Pereyra Pigerl, y de los ex legisladores Juan Pablo Ramírez, Oscar Alarcón, Gustavo González y Fernando Mudry. Si se aprueba en sesión, ya el próximo año, se convertirá en ley.
Participaron como invitados, el director de Atención Primaria de la Salud, Leopoldo Benítez; la responsable del Área Nutrición del Ministerio de Salud Pública, María Zadorozne; la directora de Nutrición Escolar del Ministerio de Educación, Gabriela Reyna Allan; y el director general de Innovación y Tecnología del Ministerio de Educación, Maximiliano Rossi.
Durante la reunión, Cesino destacó “la importancia de escuchar a la gente en este tipo de iniciativa y convertirla en leyes en beneficio de la gente”, y manifestó la preocupación “de una verdadera pandemia que tiene que ver con la malnutrición de la población en general, sobre todo niños, niñas y adolescentes, y el alto índice de sobrepeso y obesidad”.
Con esta propuesta “estamos hablando de ofrecer buena calidad a nuestra gurisada y disminuir los efectos de las enfermedades cardiovasculares”, dijo, y agradeció a los invitados, “verdaderos protagonistas que vienen trabajando hace mucho tiempo en salud”.
Núñez dijo que consideraron oportuno “aportar a los proyectos que ya existían sobre entornos saludables”, y resaltó la importancia de “incorporar prácticas educativas que generen conciencia no solo dentro de la currícula, porque somos lo que comemos”.
“Los chicos nos imitan en cómo estamos eligiendo la comida, así que es importante contagiarles la alternativa de la fruta, por ejemplo”, reflexionó y aseguró que “se trata de una señal de evolución en salud”.
Benítez se mostró “contento por ser parte del equipo que junto con Educación estuvo trabajando desde hace un buen tiempo en la ley”, y agradeció “la predisposición y voluntad de abrazar esta temática tan importante que es una nueva pandemia silenciosa que ataca a nuestros chicos”.
Zadorozne agradeció a los legisladores “porque escuchan”, afirmó que “esto del entorno saludable es algo que sirve para la prevención de toda la población, porque son pequeños pasos que vamos a poder ir dando”.
Reyna Allan coincidió con los invitados en el hecho de “que hayan abrazado esto, porque es sumamente significativo para toda la parte educativa” y “porque se necesita esto para poder seguir avanzando, aliviando la angustia de salud y profundizando el trabajo de educación”, manifestó.
Rossi dijo que esta iniciativa “es la pata que faltaba, porque la educación tiene tres dimensiones: la cognitiva, en la que se trabaja todo lo que es educación; la emocional, que se logró a través de un proyecto de Rovira y Rebollo; y esta es la pata que faltaba: la educación alimentaria, para poder generar una educación integral”.
Enfatizó la importancia de la prevención generacional y transgeneracional: “porque el epigenoma se refiere a los cambios químicos que tienen nuestras células por intercambios con el ambiente, y uno de los ambientes más importantes es la alimentación, porque las etiquetas químicas se transmiten de generación a generación”.
Bandera se refirió a “la cantidad de problemas de obesidad, que conllevan a otros problemas de salud” y celebró la posibilidad de “sacar leyes que realmente beneficien a la población misionera”.
Finalmente, antes de la votación a favor del dictamen, desde los bloques de la UCR y el PRO, agradecieron “que se hayan tenido en cuenta sus proyectos de ley”, según afirmó la diputada Selva González Coria.