La salud de Diego Armando Maradona volvía a pender de un hilo, pero hasta entonces la noticia parecía ser una más a las que se estaba a acostumbrado a ver, cuando días atrás había sido sometido a una cirugía por un hematoma subdural y la recuperación estaba siendo positiva, sin embargo este miércoles tras un paro cardiorrespiratorio el 10 ya no pudo recuperarse, y perdió la vida.
Cuánta historia, cuánto fútbol… muchos lo recordarán seguramente por su vida privada (que nunca pudo ser privada), el entorno decadente que lo rodeó y no sólo no pudo alejarlo de las drogas y una vida tormentosa, sino que además alentó esa conducta.
Sin embargo, desde Reporte Misiones lo queremos recordar como lo que realmente fue y seguriá siendo hasta vaya a saber cuánto tiempo más: El mejor jugador en la historia del fútbol.
Con sesenta años cumplidos hace poco menos de un mes atrás, el jugador nacido en la localidad bonaerense de Lanús Oeste, y que comenzó a brillar en Argentinos Juniors, terminaba sus días como DT de Gimnasia y Esgrima de La Plata.
Su paso por el deporte dejó datos que no ameritan ningún debate, como haber sacado campeón al Napoli de la Copa de la UEFA 1988-1989, algo que nunca más logró el club italiano. Con la Albiceleste, su historia es más grande aún, consagrando campeón del mundo a Argentina en 1.986 en el Mundial de México, para luego ser subcampeones en 1.990.
Otra vez, con la Selección Argentina, pero en esta oportunidad como DT, quedando eliminada la Albiceleste en cuartos de final.
Como jugador, disputó con la 10 celeste y blanca 91 partidos y convirtió 34 goles.
El día que le cortaron las piernas… tras vencer Argentina a Grecia por 4-0 (partido en el que Diego convirtió su último gol para el seleccionar mayor de Argentina), la Selección confrontó al combinado de Nigeria, al cual también venció 2-1, pero al concluir ese cotejo, Maradona fue al control de dopaje, y un resultado positivo lo dejó afuera del fútbol por 15 meses, pero, por sobre todo… lo dejó fuera de sí y nunca más volvió a ser lo era.
Años después se conoció toda la confabulación: Sue Carpenter, vestida de enfermera lo llevó al control antidoping, resulta que no era enfermera, pero tampoco el positivo había sido tal. dado que cinco años después la World Anti-Doping Agency reconoció que las cantidades de efedrina encontrada en el 10 no eran suficientes para ser considerado dopaje, y que por el contrario sí avalaban lo expuesto por los médicos de Diego, correspondían a un antigripal. Para entonces, la depresión y la carrera de Maradona ya había sido arruinada, y con ello comenzó la parte más oscura en la vida del mejor futbolista de todos los tiempos.
Lo recordamos como campeón, como el sueño del fútbol argentino, como el pibe de barrio que llegó con muchísimo sacrificio, valor y trabajo a la cima de este deporte, llevando con él los colores celeste y blanco.
Hasta siempre Pelusa, volá alto Barrilete Cósmico…
