El Comité Central Confederal decidió avanzar con una medida de fuerza extrema. La huelga será por 12 horas e incluirá una marcha al Congreso Nacional. Rechazan el DNU y la “ley ómnibus” que desregula y abre la economía y achica el peso del Estado.
A tan sólo 18 días de la asunción del nuevo gobierno, la CGT decidió romper lanzas con la presidencia de Javier Milei. Anunció un paro de actividades con movilización para el próximo 24 de enero, en rechazo a la serie de medidas tomadas por las autoridades que afectan los intereses de los sindicalistas. Rechazaron el DNU que desreguló la economía, pero también el contenido de la “ley ómnibus” que buscó abrir la economía, reducir el peso del Estado y aplicar cambios en la vida cotidiana.
La medida de fuerza extrema se tomó luego de la reunión del Comité Central Confederal en la sede histórica de la calle Azopardo, donde participaron todos los sectores gremiales, desde los más dialoguistas a los más opositores. Y expuso una decisión que contrasta con lo que ocurrió con los últimos cuatro años, donde no hubo ni un solo día de huelga, pese al deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores.
En la reunión del Confederal, el paro nacional con movilización -que empezará a las 12 y concluirá a la medianoche del 24- sorprendió porque el propio Pablo Moyano, antes de llegar al encuentro había dicho que no tenía sentido hacer una protesta en medio de las vacaciones. “Hay que instalar un plan de lucha. En enero y febrero los laburantes se toman vacaciones. Entonces tomar una medida en ese momento no tiene mucho valor. Pero sí ir movilizando con actos, plenarios, en las regionales del interior, y que en cada provincia visiten a sus diputados y senadores para que después no voten leyes contra los derechos de los trabajadores”.
Fuente: Infobae