La contenerización se ha consolidado como una estrategia clave en la revalorización de los residuos en Posadas, en consonancia con la Ordenanza GIRSU. Esta iniciativa, parte de la política pública de la ciudad, ha transformado el sistema de recolección de residuos, proporcionando numerosos beneficios y marcando una notable mejora en la gestión ambiental.
El esquema de recolección en contenedores abarca tanto residuos orgánicos como inorgánicos, diferenciados mediante una codificación cromática que facilita su clasificación. Esta implementación ha demostrado eficacia al optimizar significativamente el tiempo de los trabajadores municipales, además de contribuir al cuidado del medio ambiente.
Los contenedores de color negro, distribuidos en aproximadamente en el 75% de la ciudad, se destinan a los residuos tradicionales domiciliarios. La recolección de estos desechos se lleva a cabo de manera organizada, de lunes a sábado, según un horario establecido según la zona.
En paralelo, los contenedores de color verde, presentes en áreas como Itaembé Guazú, el microcentro y el sector comprendido entre las avenidas Costanera, Mitre y Corrientes (incluida su extensión Roca), se utilizan para depositar materiales destinados a la reutilización. Estos incluyen prendas de vestir, vidrio, cartón, papel, metales de menor tamaño, entre otros elementos.
Es crucial destacar que estos residuos deben ser dispuestos de manera seca, y se insta a los ciudadanos a tomar precauciones, especialmente con elementos cortantes, para evitar accidentes durante la fase de separación llevada a cabo en el Centro Verde por el personal municipal.
Con cuatro años de implementación exitosa, esta propuesta no solo ha transformado la forma en que se gestionan los residuos, sino que también busca activamente reducir la cantidad de materiales que terminan en los rellenos sanitarios. Un paso significativo hacia una Posadas más sostenible y comprometida con el cuidado del entorno.