Ramiro Aranda, se convirtió en el nuevo ministro de educación del gobierno de la provincia de Misiones, en reemplazo de Miguel Sedoff.
El objetivo del exdirector de la Escuela de Innovación será potenciar el modelo disruptivo que puso en práctica en la institución que presidió, y que hoy impacta en unas 72 escuelas secundarias de la provincia, de esa manera, en el ministerio de educación la corriente NEO reforzará el cambio de paradigma en el sistema educativo misionero.
El ministro es destacado por sus colegas por ser uno más de ellos, por venir del aula, además de ser respaldado por un amplio currículum: es profesor en ciencia política, licenciado en ciencias sociales y especialista en estudios sociales contemporáneos y su didáctica. También, fue referente de desarrollo curricular por la dirección de educación superior de la provincia de Misiones, con 15 años de docencia ha trabajado en el nivel secundario y superior público y de gestión privada a lo largo de la provincia. Asimismo, ha redactado dos papers sobre la educación disruptiva y la experiencia de la Escuela Secundaria de Innovación de Misiones, presentados en FLACSO (CABA) y en el tercer Congreso Internacional de robótica Educativa (Córdoba).
Ramiro Aranda buscará de construir un modelo pedagógico, para formar ciudadanos para el siglo XXI con escuelas y docentes a la altura de los nuevos paradigmas encauzados por la economía del conocimiento y las nuevas tecnologías, produciendo así una revolución pedagógica con la innovación y el cuidado del medioambiente como estandartes.
El sistema de educación disruptiva ya está demostrando a través de diversos informes el impacto que está produciendo desde el 2020.
En esta línea, en las escuelas disruptivas la tasa de egreso mejoró en once puntos, pasando de 66 a 77 cada cien alumnos, además se multiplicó por cinco la matrícula en las escuelas disruptivas y tres en las comunes, muestra cabal de que la política educativa está teniendo un impacto significativo.
Mientras que, la tasa de promoción provincial pasó de 78,1 a 81 por ciento, con una suba de tres puntos, mientras tanto, en las escuelas precursoras, pasó de 73,9 por ciento a 78,7 por ciento, con un aumento de cinco puntos. En contraste, la tasa de abandono cayó tres puntos, pasando de 9,8 a 6,8 por ciento entre 2021 y 2022, en tanto que la media provincial pasó de 7,1 a 6%, con una baja de solo un punto, demostrando un claro fortalecimiento del sistema.
Además, la política educativa contiene y genera herramientas para sus miembros ya que un 85 por ciento de los directivos se mostró satisfecho con el acompañamiento del Gobierno educativo y el 88 por ciento de los docentes trabaja con metodologías activas y en equipo.
Por último, los informes marcan que la matrícula en las escuelas provinciales creció 0,1 por ciento, pero 4,5 por ciento en las precursoras, mientras que la tasa de egresados entre 2018 y 2022 creció 9,6 por ciento en las escuelas tradicionales y 24,5 por ciento en las precursoras.